Cuando el ser humano experimenta alguna emoción, ya sea negativa o positiva, el corazón es el primero que lo siente y lo hace acelerando su ritmo. Diferentes estudios han encontrado una relación especialmente entre las emociones negativas y esos cambios físicos como el aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial, que pueden ser la causa de una sobrecarga del corazón. Así lo demostró uno en especial, que observó la regulación emocional y la variabilidad de la frecuencia cardiaca, publicado en la revista española de Cardiología.
Al respecrto el doctor Julio Zuluaga, experto en temas cardiovasculares señala que el cuerpo está interconectado “y las emociones que se generan en nuestro sistema neurológico, viajan a través de neurotransmisores hacia el sistema nervioso parasimpático y simpático, que son los encargados de controlar el corazón”. Esta cascada de quimicos que se activa a su vez hacen que este órgano varíe su manera de funcionar, “lo que trae consecuencias negativas a largo plazo, añade el experto.
Incluso hay situaciones que pueden causar una cardiopatía y que se han asociado a las emociones que se dan dentro de una relación de pareja. Cuando hay un duelo por muerte o separación las personas coloquialmente dicen que tienen mal de amor o síndrome de corazón roto. Este tipo de padecimiento se ha confirmado científicamente que afecta el corazón. El síndrome del corazón roto, según la Clínica Mayo es una afección cardíaca temporal que a menudo se produce por situaciones estresantes y emociones extremas. La afección también puede desencadenarse por una enfermedad física grave o una cirugía. También se le puede llamar miocardiopatía por estrés, miocardiopatía de takotsubo o síndrome de abombamiento apical.
Las personas con síndrome del corazón roto pueden tener un dolor repentino en el pecho o pensar que están sufriendo un ataque cardíaco. El síndrome del corazón roto afecta solo una parte del corazón, al interrumpir temporalmente la función normal de bombeo del corazón. El resto del corazón continúa funcionando normalmente o incluso puede tener contracciones más fuertes. Los síntomas del síndrome del corazón roto se pueden tratar y, por lo general, la afección se revierte en días o semanas.
Algo parecido sucede con el estrés o cuando la persona tienen una alta carga emocional y esta es negativa. En esas circunstancias se desencadenan una serie de cambios físicos y mentales que, de no poderse controlar adecuadamente podrían impactan al cuerpo al provocar desde dolores de cabeza, hasta una disminución o aceleración de la frecuencia cardiaca, asi como alteraciones de tiempo entre los latidos del corazón. En estos entornos, a largo plazo y si la condicón se torna crónica, el cuerpo puede desencadenar en una enfermedad cardiovascular.
Igualmente sucede con la ira, la tristeza, la angustia, el miedo y la ansiedad, que son enemigos del correcto funcionamiento de este órgano vital. El manejo de las emociones no es fácil. Sin embargo, es importante trabajar día a día en el autoconocimiento emocional, para detectar a tiempo situaciones que generan estrés, e identificar acciones que puedan contribuir a volver a un estado pasivo o de calma. Esto ayudaría a controlar estados emocionales negativos extremos, que podrían provocar un paro cardiaco.
“Hay emociones que hacen parte de nuestro día a día, y que especialmente se desencadenan por situaciones de ámbito laboral o sentimental. El corazón es un órgano que tiene la capacidad de adaptarse a los cambios y responder ante estos escenarios. En ese sentido, es clave tener una actitud positiva y contar con la capacidad de no desgastarse emocionalmente con situaciones de estrés o frustración” afirmó Zuluaga.
El experto recomienda incluir hábitos que permitan disminuir el estrés y tener un mayor control sobre situaciones complejas y difíciles de afrontar. Entre ellas están evitar eventos que sabe que le van a generar estrés y llevar una dieta equilibrada que incluya carbohidratos, proteínas, vitaminas y oligoelementos.
También es conveniente hacer ejercicio para liberar las cargas y tensiones y practicar algún metodo de meditacion o hacer yoga. Todo lo que se haga en pro de la salud del corazón será recompensado con más años de vida o por lo menos con una existencia de mayor calidad.