El tomate es un alimento conocido normalmente como un vegetal o verdura, pero en realidad se trata de una fruta que le ofrece una importante cantidad de beneficios medicinales al organismo, si se consume con regularidad y en el marco de una dieta saludable y equilibrada, acompañada de la práctica de ejercicio.

Es un producto que tiene propiedades diuréticas, antiinflamatorias y antioxidantes, que ayudan a prevenir el desarrollo de enfermedades, como cáncer de próstata, infarto de miocardio y osteoporosis, según información del portal de bienestar Tua Saúde.

Sin embargo, no todos son beneficios y consumir la semilla del tomate puede traer muchos efectos negativos para varias personas. Por lo que se recomienda siempre estar informado y saber qué alimento, así sea fruta o verdura, puede alterar el estado de salud de cada persona.

Tomate de árbol. | Foto: Getty Images

Esto sucede porque el tomate tiene solanina, la cual es conocida como “ladrona” calcio, lo que evidentemente genera dolor en los huesos y las articulaciones. Esta sustancia puede ser tóxica para muchas personas, especialmente las que cuenten con mayor edad. Por lo que no se les recomienda el consumo frecuente de la fruta.

La solanina extrae el calcio de los huesos, lo que hace que se empeoren los casos de descalcificación y osteoporosis, debido a que se deposita en las articulaciones. Esto ha hecho que muchos especialistas y nutricionistas adviertan sobre su consumo principalmente a las personas que sufren de artrosis y artritis.

Teniendo en cuenta las consideraciones de La Vanguardia, al tener propiedades nutritivas, el consumo de tomate es recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). De hecho, entre las propiedades y beneficios que se destacan por comer este alimento se encuentra la protección de la visión, aporte para la correcta circulación sanguínea, cuidado de la piel, entre otros.

Sin embargo, resulta que este fruto no es tan adecuado para aquellas personas que sufren de gastritis, en especial si el padecimiento es crónico y no desaparece. De acuerdo con el portal The Objetive, una de las causas por las que un individuo experimenta inflamación del revestimiento del estómago puede darse tras comer tomate.

Tomate de árbol. | Foto: John Elk III

La explicación a la premisa anterior se debe a que “los tomates, a pesar también de ser un fruto u hortaliza, vuelven a ser elementos que penalizan nuestra gastritis. Son elementos generalmente ácidos y más aún cuando se comen fuera de temporada, siendo acideces más elevadas que en los tomates en su temporada”, detalla el citado portal.

En la misma línea, los conocedores del tema especifican que las indicaciones del no consumo de tomate también recaen en productos derivados de este alimento, como salsas, pastas, entre otros.

No obstante, cabe decir que, si una persona toma la decisión de prescindir comer tomate, lo más recomendable es asistir a una consulta con un médico especialista para que este le dé el aval necesario. De todas formas, no es bueno satanizar el consumo de tomate, ya que, por ejemplo, cuando se consume en jugo, trae muchos beneficios para el organismo de los seres humanos, que también es importante tenerlos en cuenta

Bueno para la vista

  • La vitamina A, presente en los tomates, ayuda a cuidar de nuestra visión, según una información publicada en Community Eye Health Journal.
  • La vitamina A es un antioxidante esencial que combate los efectos negativos de los radicales libres y que cuida de la salud de los tejidos.
El jugo de tomate es rico en vitaminas y minerales, como la vitamina C, vitamina A, potasio y antioxidantes. | Foto: Pixabay

Ayuda a la digestión

  • El consumo regular de tomates ayuda a evitar tanto el estreñimiento como la diarrea.
  • Gracias a su contenido en fibra, se estimula el movimiento peristáltico de los músculos digestivos y también la liberación de los jugos gástricos.
  • En un estudio publicado en Canadian Medical Association Journal, se sugiere que los tomates tienen un efecto protector sobre el tracto digestivo.

Contrarrestar el efecto de humo del cigarrillo

  • Dos componentes de los más importantes en este alimento son el ácido cumárico y el ácido clorogénico. Según una investigación publicada en Journal of Agricultural and Food Chemistry, estos elementos contribuyen a luchar contra las nitrosaminas que se producen en el cuerpo.
  • Las nitrosaminas son los principales agentes carcinógenos que se encuentran en el humo de los cigarrillos.