Normalmente, la orina no tiene el mismo olor. Según el instituto de investigación Mayo Clinic, éste es el resultado de la cantidad y concentración de los distintos residuos excretados por los riñones. Por ejemplo, la que contiene gran cantidad de agua y pocos residuos casi no tiene olor.
Cuando está muy concentrada; es decir, con un nivel alto de residuos y poca agua, puede tener un fuerte olor a amoníaco. “Algunos alimentos o medicamentos, como los espárragos o ciertas vitaminas, pueden causar un notable olor de la orina, aun en concentraciones bajas”, precisa la citada fuente.
Al respecto, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que la mayoría de los cambios en el olor de la orina no son una señal de enfermedad y desaparecen con el tiempo.
En algunos casos, el olor fétido de la orina puede deberse a bacterias. Sin embargo, por ejemplo, el olor dulce en muchas ocasiones es una señal de diabetes no controlada o una enfermedad rara del metabolismo. La enfermedad hepática y ciertos trastornos metabólicos pueden causar un olor de la orina a moho.
Algunas afecciones que causan cambios en el olor de la orina son las siguientes, de acuerdo con los expertos.
Fístula de la vejiga: Se trata de una abertura inusual que se desarrolla entre la vejiga y otro órgano, como el colon o el recto. Esta afección puede desarrollarse después del trabajo de parto, debido a una lesión, una cirugía, una infección o un tratamiento con radiación.
Infección vesical: Las infecciones urinarias son un padecimiento común que ocurre cuando entran bacterias a la uretra, generalmente de la piel o el recto, e infectan las vías urinarias. Pueden afectar a distintas partes de las vías urinarias, pero la infección de vejiga (cistitis) es el tipo más común. La infección de los riñones (pielonefritis) es otro tipo de infección urinaria. Es menos común que la infección de vejiga, pero más grave.
Insuficiencia de líquidos en el cuerpo: Todas las partes del cuerpo necesitan agua para funcionar. Cuando la persona está saludable, su cuerpo es capaz de equilibrar la cantidad de agua que entra o sale. Un desequilibrio de líquidos puede suceder cuando el paciente pierde más agua o líquido del que consume. También es posible que se presente cuando se consume más agua o líquido del que el cuerpo es capaz de eliminar. Cuando esta situación se da la orina puede cambiar de olor.
Diabetes mal controlada (orina con olor a dulce): La diabetes mal controlada puede cambiar el olor de la orina volviéndolo dulce y además causar daño en los nervios de las vías urinarias, y por ende, problemas de la vejiga. El sobrepeso y la obesidad también tienen incidencia para aumentar los problemas de la vejiga, como la incontinencia urinaria.
Insuficiencia hepática: Esta afección se manifiesta en la pérdida rápida (en días o semanas) de la función del hígado, normalmente en una persona que no tiene una enfermedad hepática preexistente.
Cetonuria: Este es un trastorno médico caracterizado por una alta concentración en la orina de cuerpos cetónicos, como la acetona. Normalmente está relacionado con enfermedades como la diabetes. Cuando se presenta en personas que no tienen este padecimiento puede ser causa de problemas de estrés severo.
En el caso particular de las mujeres también puede presentarse cambios en el olor de la orina cuando se está en período de ovulación, durante el embarazo debido a que los niveles de estrógeno y progesterona aumentan o si hay candidiasis, que es una infección por hongos.
¿Cuándo acudir al médico?
La recomendación de los especialistas es consultar con el médico si se tienen signos de una infección urinaria con olor anormal en la orina, como:
- Fiebre
- Escalofríos
- Ardor con la micción
- Dolor de espalda