Seguir una dieta saludable es fundamental para cuidar la salud, incluyendo el órgano más grande del cuerpo, la piel.
Mucho se ha comentado sobre los mejores alimentos para obtener colágeno de forma natural, entre ellos, algunas frutas.
Relación de la piel con la alimentación
La piel actúa como una barrera protectora entre el organismo y el medio ambiente. Por eso, al igual que el resto de los órganos, necesita nutrientes para renovar sus estructuras, y una dieta equilibrada será fundamental para lograrlos.
También la piel puede reflejar la presencia de algunas patologías, desajustes hormonales, alergias alimentarias, o de una alimentación desequilibrada. Por tanto, aunque los tratamientos estéticos pueden mejorar la apariencia de la misma, es importante ir a la raíz del problema para eliminarlo por completo.
Unas recomendaciones generales sobre la alimentación que pueden mejorar la apariencia de la piel son:
- Evitar alimentos refinados – harinas, aceites, azúcar- y ultraprocesados.
- Priorizar alimentos locales y de temporada, para asegurar el aporte de vitaminas y minerales.
- Mantener una buena hidratación, bebiendo suficiente agua, infusiones, o incluyendo en la dieta alimentos con alto porcentaje en agua, como las frutas.
¿Cuáles son las mejores frutas para la piel?
El portal expertosenestetica.es, destacó que “entre todos los alimentos, las frutas juegan un papel esencial en el cuidado de la piel, por su aporte de hidratación, vitaminas y compuestos antioxidantes”. Algunas de ellas son:
Pomelo
El pomelo, al igual que el tomate, es rico en licopeno, compuesto que es un potente antioxidante. Además, también es rico en vitaminas y flavonoides, que mejoran el aspecto del rostro.
El aporte calórico del pomelo es muy bajo, tan solo de 26 kcal por cada 100 g, por lo que es apropiado para cualquier dieta.
Naranja
La naranja es una de las mejores frutas para la piel debido a su alto contenido en vitamina C, antioxidante que tiene la propiedad de revitalizar pieles apagadas y de retrasar el envejecimiento cutáneo. Este compuesto favorece asimismo la síntesis de colágeno, favoreciendo la elasticidad de la piel.
Kiwi
Siempre que se habla de vitamina C se piensa en los cítricos, pero el kiwi tiene aún más cantidad de este micronutriente – 92,7 mg de vitamina C por cada 100 g de fruta- que la naranja, la cual tiene unos 53,2 mg por cada 100 g.
Granada
Otra fruta con un potente efecto antioxidante es la granada, la cual según el portal beaire.com, “es muy rica en ácido elágico, un polifenol con capacidad para reducir la respuesta inflamatoria del organismo, lo que puede favorecer a pieles acneicas, y que además actúa como protector frente al daño causado en el colágeno por el exceso de sol”.
Mango
El mango es una potente fuente de betacaroteno, el cual es precursor de la vitamina A, con efecto antioxidante y también estimula la formación de colágeno, además de resultar un importante protector frente al daño solar.
Se puede encontrar, además de en el mango, en las frutas y verduras anaranjadas, como zanahoria, albaricoque, calabaza, y en las verduras de hoja verde, como espinacas o acelgas.
Frutos rojos
Las fresas y frutos rojos son otras de esas frutas muy ricas en vitamina C, y, por tanto, grandes antioxidantes. Un puñadito de arándanos, fresas, moras, frambuesas o grosellas aportan el doble de la cantidad mínima diaria necesaria de vitamina C. Son ricas también en otros compuestos como betacarotenos y polifenoles.
La mejor forma de consumir la fruta es:
- Entera, en lugar de en zumo. Esto se debe a que al exprimirla quitamos su matriz y la fibra, la cual tiene un papel importante en la salud digestiva y además nos da un mayor efecto de saciedad.
- Cruda, pues al cocinarla, los tratamientos térmicos a los que puedan ser sometidas harán que pierda compuestos importantes y beneficiosos para la salud, como pueden ser las vitaminas termosensibles.