El hígado es el órgano más grande dentro del cuerpo y es el encargado de ayudar al organismo a digerir los alimentos, almacenar la energía y eliminar las toxinas, según indica el portal web de medicina Medline Plus. Este órgano se encuentra situado en la parte superior derecha de la cavidad abdominal y se caracteriza por su color marrón rojizo.
Cuando las funciones del hígado se alteran por alguna razón, pueden surgir ciertas afecciones hepáticas como hepatitis A, B y C, hígado graso, cirrosis, cáncer de hígado o enfermedades hereditarias como hemocromatosis y la enfermedad de Wilson.
Por lo general, los síntomas que generan este tipo de afecciones pueden variar entre sí, pero la sintomatología más común es hinchazón en el abdomen, moretones en las piernas, cambio en el color de las heces y la orina, y ojos y piel amarillentos, que se le conoce como ictericia. Cabe mencionar, que en algunos casos no hay síntomas, por lo que es aún más difícil de detectar.
Ahora bien, ante la presencia de alguna afección hepática, es importante acudir al médico para diagnosticar la causa y el tratamiento. Así mismo, es importante incluir una dieta saludable que contenga antioxidantes como el resveratrol. Por esta razón, el portal web Alimente señala que esta sustancias que produce algunas plantas para protegerse de las bacterias y los hongos ayuda a prevenir y a tratar las enfermedades que comprometen al hígado.
Actualmente, se está investigando el potencial de resveratrol para prevenir el hígado graso no alcohólico, una enfermedad que en aumento y que se asocia a la obesidad; y el cáncer e infecciones víricas como la hepatitis B y C. Sin embargo, Alimente asegura que grupo liderado por Marcello Persico, de la Universidad de Salerno (Italia), ha revisado los ensayos clínicos e ‘in vitro’ recogidos en la literatura científica y las conclusiones son dispares.
Uno de los resultados que ha causado mayor controversia es que el hígado graso ha encontrado que una formulación micronizada de resveratrol se perfila como una opción terapéutica, pero como los ensayos incluyen a pocos participantes, no se puede defender su eficacia.
Pero existen otros ensayos clínicos e investigaciones que avalan los beneficios de resveratrol para el hígado. Por ejemplo, un equipo del Centro Oncológico Albert Einstein, de Nueva York, revisaron los estudios científicos sobre el resveratrol, y para el hígado graso evidenciaron que administrar dosis de 300 miligramos diarios durante tres meses mejoran los marcadores de inflamación, el metabolismo de los lípidos y reducen las cifras de glucosa.
A su vez, los investigadores encontraron que dicha sustancia mejora la supervivencia del trasplante hepático, obtiene mejore resultado en cirugía de hígado y disminuye las complicaciones derivadas de la irradiación por rayos X. Cabe mencionar que estos resultados se dieron a partir de un experimento con ratas.
Ante esta evidencia científica, un estudio español liderado por Juan Gambini, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia, aconseja el consumo de ciertas frutas como las uvas, arándanos, cacahuates y moras, que son fuentes dietéticas del resveratrol.
Además de esto, el resveratrol presente en las uvas rojas y el pterostilbeno de los arándanos, son dos compuestos con capacidad para estimular el sistema inmune innato de las personas, de acuerdo a un estudio elaborado por investigadores del Instituto Linus Pauling de la Universidad de Oregón.