Más allá de los productos cosméticos, la alimentación es determinante para cuidar la salud de la piel, que de manera permanente está expuesta a agentes nocivos que la afectan, como es el caso de la luz solar, los cambios en el clima y la contaminación ambiental.
La salud de este órgano es clave, pues sus funciones son diversas ya que aísla y protege al cuerpo frente a agresiones tóxicas, químicas, de calor, frío, radiación ultravioleta y microorganismos patógenos, entre otros. También se encarga de regular la temperatura del organismo y permitir la percepción del tacto, según información de la compañía de salud Sanitas de España.
A medida que los años avanzan, este órgano se vuelve más susceptible y va perdiendo sus características de firmeza, lozanía y elasticidad, producto precisamente de esos agentes externos, pero también de los cambios naturales que se dan en el cuerpo y los malos hábitos de vida.
Una de las mejores formas de cuidarla es bebiendo suficiente agua, pues el cuerpo necesita reponer los líquidos que pierde, por lo que la recomendación de los especialistas es consumir entre dos y tres litros diariamente.
A esto se suma una buena alimentación en la cual no deben faltar las frutas, ya que son productos que le aportan al organismo nutrientes clave como vitaminas y minerales, además de componentes antioxidantes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir 400 gramos diarios de frutas y verduras para proteger la salud del organismo y evitar el desarrollo de enfermedades.
En el listado de frutas que más aportan al cuidado de la piel están el kiwi, aguacate, limón, fresas y la papaya, entre otras.
Kiwi
Esta fruta es rica en vitamina C, un poderoso antioxidante clave para proteger la piel, ya que ayuda a bloquear la acumulación de radicales libres, que con el tiempo son responsables del proceso de envejecimiento, asegura la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además de este nutriente, el kiwi aporta vitamina E que reduce el daño solar y combate el estrés oxidativo, según un estudio citado por un artículo de la revista Mejor con Salud, escrito por Edith Sánchez.
También es fuente de polifenoles y especialmente de galato de epigalocatequina (EGCG), el cual protege del estrés oxidativo y que sería eficaz para prevenir el cáncer de piel. Adicionalmente, es rico en luteína y zeaxantina, sustancias antioxidantes que ayudan a prevenir las manchas en la piel y protegen de los efectos negativos provocados por la luz solar.
Fresas
Estos pequeños frutos están cargados de vitaminas C y K, antioxidantes, ácidos alfa hidróxidos y flavonoides, todos favorables cuando de cuidar la piel se trata. Dentro de sus componentes destaca el ácido acetilsalicílico, uno de los principales neutralizadores del dolor. Es una sustancia usada en cosmética, por ejemplo en los limpiadores faciales para evitar rojeces o inflamaciones, además de ayudar en los proceso de limpieza.
Aguacate
Este alimento es rico en ácidos grasos y en vitaminas B, C, D y E, por lo que es infalible incluirlo en la dieta diaria y en mascarillas para la cara y cabello, con el fin de aprovechar sus beneficios, precisa una publicación de la revista Glamour de México. Los ácidos grasos son ideales para humectar todo tipo de pieles, especialmente aquellas que son muy secas, apagadas o que sufren de descamación. Además, el ácido oleico elimina las células muertas y unifica la textura facial.
Limón
El ácido cítrico que contiene esta fruta le otorga propiedades blanqueadoras favorables y es por ello que las mascarillas a base de limón son populares para combatir manchas y unificar el tono de la piel, ya sea del rostro o de otras áreas corporales propensas a oscurecerse como las axilas. Adicionalmente, es astringente y rico en vitamina C, una sustancia básica para mantener la piel sana y lozana.
Papaya
Esta fruta tropical contiene una enzima llamada papaína, que ayuda a eliminar las células muertas y estimular la regeneración de una nueva capa de piel. También contiene elementos anticancerígenos y antioxidantes, betacaroteno y vitamina C, lo que la hace una buena opción no solo para consumir, sino para utilizar en mascarillas.