Si por algo son reconocidas las frutas y verduras es por su carga nutricional, que las hacen alimentos recomendados para conservar el buen estado de la salud física y mental. Por ello forman parte de las dietas balanceadas que comparten los profesionales de la nutrición en el mundo.

Cada uno de estos ingredientes que forman parte de la alimentación diaria se destaca por tener nutrientes esenciales, como vitaminas y minerales, que favorecen el correcto desempeño de los órganos y las funciones del cuerpo. Sin embargo, algunas investigaciones recientes han señalado que estos beneficios pueden estar en tela de juicio.

De acuerdo con un artículo compartido en el sitio de National Geographic en Español, existe evidencia científica que demuestra que las frutas y verduras hoy contienen menos proteínas, minerales y vitaminas que aquellas que eran cultivadas hace 70 años, por ejemplo.

“Este es un tema especialmente relevante, porque más personas están adoptando dietas basadas principalmente en plantas, algo que los especialistas recomiendan cada vez más en favor de la salud pública y la protección del planeta”, aseguran.

Entre los componentes que han disminuido se listan el calcio, el fósforo, el hierro, la riboflavina y la vitamina C, además del aporte de proteínas.

¿Qué dicen los expertos?

Es cierto que el asunto despierta la atención de los científicos, quienes han ahondado en las implicaciones que esto puede tener en la salud de las personas.

Investigadores como David R. Montgomery, profesor de geomorfología de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, señalan que la reducción de nutrientes puede conllevar consecuencias importantes para el organismo. “Aportará a nuestros cuerpos menos componentes de los que necesitan para producir defensas contra las enfermedades crónicas, va a socavar el valor de los alimentos como medicina preventiva”, sugiere.

Los estudios al respecto son varios. Entre los trabajos científicos que llamaron la atención sobre este tema fue publicado en la revista Journal of the American College of Nutrition (Revista del Colegio Estadounidense de Nutrición). Este estudio consistió en una revisión de la composición nutricional de diversos alimentos, de acuerdo con los datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, entre 1950 y 1999.

Como resultado de este trabajo, el equipo de investigación de la Universidad de Texas halló que 13 nutrientes, de 43 diferentes cultivos de jardín, redujeron notablemente. Entre los alimentos que presentaron variaciones se enlistan espárragos, fríjoles, fresas, sandías, entre otros.

“Estas frutas y verduras crudas mostraron disminuciones en proteínas, calcio y fósforo, que son esenciales para construir y mantener huesos y dientes fuertes, y para un funcionamiento adecuado del sistema nervioso”, señala el estudio.

Asimismo, se evidenciaron niveles más bajos de hierro, esencial para la transportación del oxígeno por el organismo; riboflavina, que contribuye al correcto metabolismo, y vitamina C, el nutriente que favorece el crecimiento y el sistema inmune.

Los expertos coinciden en que este problema se origina desde el cultivo. En otras palabras, esta problemática está asociada a los procesos agrícolas modernos detrás de la producción de las frutas y verduras. Según señalan desde National Geographic, algunos métodos de riesgo, fertilización y cosecha podrían afectar la absorción de nutrientes de los cultivos.

“Estos problemas están ocurriendo en el contexto del cambio climático y el aumento de los niveles de dióxido de carbono, que también están reduciendo el contenido de nutrientes de frutas, verduras y grano”, destacan.

De acuerdo con Kristie Ebi, experta en cambio climático y salud de la Universidad de Washington, “lo que comían nuestros abuelos era más saludable que lo que estamos comiendo hoy”.

El coautor de What Your Food Ate (Lo que comió tu comida, en español), Montgomery, recalca que hoy en día existe una mayor consciencia acerca de la alimentación y, por ende, esta debería extenderse hacia el interés por conocer cómo se produce la comida que hace parte de la dieta diaria.

Sin embargo, estos hallazgos con respecto al valor nutricional de las frutas y verduras no debería convertirse, de ninguna manera, en un argumento para dejar de consumir estos grupos de alimentos que gozan de diversas bondades para la salud del cuerpo.

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