De acuerdo con la Biblioteca de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, “la memoria es el proceso de almacenamiento para luego recordar información”, que no suele funcionar “a la perfección”, ya que en la medida que pasan los años, esta se ve afectada por el envejecimiento.
Sin embargo, aunque en algunas ocasiones es normal el olvido de ciertas cosas, en otros casos, no lo es, y ocurre con frecuencia, por ende, se asocia con un deterioro cognitivo leve. Varias son las enfermedades causantes de fallas en la memoria como la depresión, el alcoholismo, las lesiones cerebrales, entre otras.
Por esto, la National Institute on Aging (NIH) aclara que la mala memoria no necesariamente es el principio del desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, porque como se explicó, muchas de sus funciones se vean afectadas con la vejez.
Es tan importante consultar con un médico para descartar cualquier tipo de afección cerebral e identificar cuál es el causante de la falta de memoria, como el déficit de vitamina B12, coágulos de sangre en el cerebro, tumores, infecciones, entre otros menciona el NIH.
Tener un plan de alimentación rico en frutas, verduras y proteínas fortalece e interviene en el bienestar del cerebro, y la memoria, como función cognitiva fundamental.
Grasas fundamentales para el cerebro
Por consiguiente, MedlinePlus precisa que la vitamina B12 cumple una importante función en el organismo: participar en la producción de glóbulos rojos y en el proceso de metabolismo de algunos alimentos, además de mejorar la memoria.
Al ser una vitamina hidrosoluble es expulsada a través de la orina, luego de que el organismo use la que necesita. El déficit de vitamina B12 es frecuente en personas que tienen un plan de alimentación vegano o son mayores de 50 años.
Es de tal importancia que al estar ausente en el organismo, causa anemia, provocando consecuencias fatales como la muerte, explica la Clínica Mayo, que argumenta que en algunos casos esta afección tiene un factor hereditario.
Su ingesta no necesariamente debe ser a través de suplementos, ya que se puede obtener tras el consumo de alimentos como la carne, el pescado y productos lácteos.
Entre tanto, conocer cuáles son los beneficios de los alimentos que se incluyen en un plan de alimentación es primordial, para mejorar las habilidades cognitivas.
- Omega-3: la National Institutes of Health (NIH) explica que existen tres tipos de ácido de omega-3, que el cuerpo solo obtiene a través de alimentos porque no los produce: el ácido eicosapentaenoico (EPA), el ácido docosahexaenoico (DHA), y el ácido alfa-linolénico (ALA).
El consumo regular de esta grasa puede ser favorable para el organismo porque disminuye el riesgo del desarrollo de varias enfermedades crónicas como el Alzheimer, que de acuerdo con la Clínica Mayo, “es un trastorno neurológico progresivo que hace que el cerebro se encoja y que las neuronas cerebrales mueran”.
- Aguacate: es rico en ácido fólico, que estimula la producción de glóbulos rojos, blancos y plaquetas, contrarrestando enfermedades como la anemia, que se debe en algunos casos a la falta de glóbulos rojos, mismos que transportan el oxígeno a todo el cuerpo, explica Tua Saúde.
- Huevo: al estar compuesto de triptófano y selenio, colaboran en la producción de neurotransmisores que ayudan en el funcionamiento del cerebro, asegura.
No obstante, es importante moderar la ingesta de azúcar que, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), tanto los altos niveles de glucosa como los bajos pueden dañar los vasos sanguíneos del cerebro afectando su funcionamiento,
La anterior no quiere decir que el azúcar por sí misma sea dañina, sino que en niveles no controlados son perjudiciales para el cerebro, porque de ella obtiene energía, misma que le ayuda para su buen funcionamiento y al no ser regulada, la glucosa desequilibra las funciones del cerebro.