El ser humano necesita agua para sobrevivir. De hecho, esta es una de las condiciones que la ciencia investiga en otros planetas para determinar si podrían ser habitables o no. De acuerdo con información de Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el agua -además- constituye más de dos terceras partes del peso del cuerpo humano.
Ante la ausencia de agua, los seres humanos morirían en cuestión de días, ya que todas las células y órganos necesitan de este líquido para funcionar. Desde el punto de vista químico, el agua es la combinación de hidrógeno y oxígeno. Así mismo, es la base de los líquidos corporales, como la saliva y los líquidos que rodean las articulaciones.
Además de constituir una parte importante del cuerpo humano, el agua también regula la temperatura corporal a través de la transpiración; por esta razón, las personas sienten sed luego de sudar. Otra de las funciones de este líquido en el organismo es que ayuda a prevenir y aliviar el estreñimiento al movilizar el alimento a través de los intestinos.
El valor del agua para la supervivencia humana es irrefutable. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el agua salubre y fácilmente accesible es importante para la salud pública, ya sea que se utilice para beber, para uso doméstico, para producir alimentos o para fines recreativos. Así mismo, menciona que la mejora del abastecimiento de agua, del saneamiento y de la gestión de los recursos hídricos puede impulsar el crecimiento económico de los países y contribuir en gran medida a la reducción de la pobreza.
¿Qué pasa si se deja de beber agua?
De acuerdo con Medline Plus, no tomar el agua o loslíquidos necesarios para el cuerpo conlleva a que la persona desarrolle un cuadro de deshidratación, el cual puede ser leve, moderado o grave, en función de la cantidad del líquido perdido o que no se haya repuesto.
La deshidratación grave representa una emergencia delicada que, incluso, pone en riesgo la vida de la persona si no recibe tratamiento médico oportuno. En ese sentido, es importante comprender qué condiciones motivan la pérdida de líquido y, en efecto, la necesidad de reponerlo mediante la ingesta de agua:
- Sudoración excesiva, por ejemplo, a causa del ejercicio o estar en clima cálido.
- Fiebre.
- Vómitos o diarrea.
- Orinar demasiado.
Algunas personas no beben la cantidad suficiente de agua debido a distintos factores, por ejemplo, no sienten ganas de comer o beber porque están enfermas, sienten náuseas o padecen dolor de garganta o úlceras bucales. En todo caso, lo más recomendable es acudir a un especialista médico si aparecen síntomas asociados a cuadros de deshidratación graves:
- No orinar u orina amarilla muy oscura o de color ámbar.
- Piel seca y arrugada.
- Irritabilidad o confusión.
- Mareos o aturdimiento.
- Latidos cardíacos rápidos.
- Respiración rápida.
- Ojos hundidos.
- Apatía (sentimiento de indiferencia o falta de emoción).
- Shock (flujo sanguíneo insuficiente a través del cuerpo).
- Inconsciencia o delirio.
La deshidratación afecta el rendimiento
Luego de analizar 33 estudios anteriores sobre el tema, la directora del Departamento de Fisiología del Ejercicio del Instituto Tecnológico de Georgia, Estados Unidos, Mindy Millard-Stafford, llegó a la conclusión de que no beber suficiente agua también tiene efectos a nivel cognitivo y de desempeño.
“Encontramos que cuando las personas están ligeramente deshidratadas, realmente no les va tan bien en tareas que requieren un procesamiento complejo o en tareas que requieren mucha atención”, aseguró Millard-Stafford en su estudio titulado La deshidratación afecta el rendimiento cognitivo: un meta-análisis, publicado en la Librería Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Por su parte, el profesor de kinesiología en la Universidad de Connecticut y CEO del Instituto Korey Stringer, Doug Casa, citado por la radio estadounidense NPR anotó cuánto tiempo le toma a una persona llegar a una condición leve de deshidratación. “Si estuviera caminando a intensidad moderada durante una hora, podría alcanzar alrededor del 1,5 al 2 % de deshidratación”, puntualizó Casa.
En ese sentido, explicó que para una persona de tamaño promedio, el 2 % de deshidratación equivale a sudar alrededor de un litro de agua. “La mayoría de las personas no se dan cuenta de lo alta que es su tasa de sudoración en el calor. Si vas duro durante una carrera, puedes alcanzar ese nivel de deshidratación en unos 30 minutos”, indicó el experto. Incluso, destacó que “la mayoría de las personas no pueden percibir que están deshidratadas en 1,5 %”.
Precisamente, para evitar todos los síntomas y efectos asociados a la deshidratación, la OMS recomienda beber entre 1,5 y dos litros de agua al día. Sin embargo, esta cantidad puede variar en función de las características y rutinas de cada persona.