Las piedras y arena en los riñones se forman cuando hay niveles altos de calcio, oxalato y fósforo en la orina. Estos minerales normalmente se encuentran allí y cuando están en niveles bajos o normales no registran inconvenientes de salud.
Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados Unidos, los síntomas más comunes que indican la presencia de arena o piedras en los riñones son los siguientes:
- Dolor agudo en la espalda, el costado, la parte baja del abdomen o la ingle.
- Presencia de sangre (de color rosado, rojo o café) en la orina, también llamada hematuria.
- Necesidad constante de orinar.
- Dolor al orinar.
- Incapacidad de orinar o solo poder orinar una pequeña cantidad.
- Orina turbia o maloliente.
De acuerdo con los expertos, es posible que el dolor se registre por un periodo corto o largo y vaya y venga en oleadas. Junto con el dolor, la persona también puede presentar otras molestias como náuseas, vómito, fiebre o escalofrío.
Una de las mejores formas de prevenir esta situación y, en general, cuidar la salud de los riñones es con una alimentación adecuada, la cual siempre debe ser saludable e incluir frutas, verduras, cereales integrales y proteínas, además de ingerir suficientes cantidades de agua.
Cola de caballo
De manera complementaria, puede recurrirse a la ingesta de algunos remedios caseros, entre ellos las infusiones. Una de las recomendadas, sin que sustituya un tratamiento médico, en caso de requerirse, es la cola de caballo.
A esta planta se le atribuyen propiedades diuréticas, las cuales han sido demostradas en diversos estudios, por lo que la medicina tradicional la usa en el tratamiento de afecciones renales. Algunas de las patologías tratadas con esta planta son la uretritis y los cálculos renales, según lo expone un trabajo en la revista Evidence-based Complementary and Alternative Medicine, citado por la revista Mejor con Salud.
Una de las formas de aprovechar sus beneficios es con una infusión. Para elaborarla se requiere de cuatro tazas de agua (1 litro) y cuatro cucharadas de cola de caballo (40 gramos). Se pone el agua a hervir y, cuando llegue a punto de ebullición, se agrega la planta. Se retira del fuego y se deja infusionar durante cinco minutos antes de colar. La recomendación es tomar tres tazas al día, como máximo.
Otras bondades
Otras bondades que se le atribuyen a esta planta para beneficio del organismo son las siguientes:
- Hay mujeres que sufren menstruaciones dolorosas, también conocidas como dismenorreas. La cola de caballo actúa de manera interna para disminuir estas molestias y de la misma manera combate las diarreas ocasionales, precisa el portal Dos Farma.
- Las molestas aftas bucales y úlceras o inflamaciones en el paladar también se pueden reducir con esta planta. Además, ayuda a frenar el sangrado en las encías.
- Se puede aplicar sobre quemaduras y heridas. La cola de caballo tiene propiedades cicatrizantes, lo que la convierte en una aliada para personas con piel atópica. Es efectiva también para frenar hemorragias nasales.
- Se emplea en el tratamiento de lesiones deportivas leves como esguinces, desgarros o tendinitis, ya que, aplicada por vía tópica, fortalece los tejidos.
De igual manera, la ingesta de líquido y especialmente de agua es una de las maneras más fáciles de prevenir la formación de piedras y arena en los riñones. Las autoridades de salud recomiendan beber al menos ocho vasos al día.
Así mismo, MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, asegura que el consumo de limones y naranjas resulta favorable. Los limones contienen citrato, un compuesto que ayuda a descomponer los depósitos de calcio y retardar su crecimiento. Este es un producto que puede consumirse temprano en la mañana y unas pocas horas antes de la cena, para ayudar a deshacer los cálculos más pequeños.
Otro alimento recomendado es la albahaca, planta que contiene compuestos que ayudan a estabilizar los niveles de ácido úrico, lo que dificulta la formación de piedras en los riñones. Además, contiene ácido acético, un químico que puede interferir en la disolución de los cálculos.
El apio también ayudaría. Este vegetal contiene antioxidantes y compuestos que incrementan la producción de orina. Agregar semillas de apio a las comidas regularmente puede evitar el desarrollo de cálculos renales, aunque también se puede consumir en jugo, que se elabora con sus hojas.