Un mito recurrente dice que las parejas del mismo sexo suelen ser más inestables y cambiar con más frecuencia de relación. Sin embargo, eso no refleja la realidad. Las cifras de divorcio en varios países del mundo indican que, al menos las parejas de hombres, tienen menos probabilidades de romper que las heterosexuales, e incluso superan con creces la solidez de los vínculos matrimoniales entre mujeres. Hay poca investigación sobre cómo rompen las parejas homosexuales debido a que los reconocimientos legales para ellos son nuevos. La Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), lo demostró con un trabajo realizado en 2018. Los investigadores siguieron a 515 parejas en Vermont durante 12 años (2002 a 2014). Descubrieron que los hombres gais parten cobijas con menor frecuencia (14,5 por ciento) que las lesbianas (29,3 por ciento). Las parejas heterosexuales están en la mitad (18,6 por ciento).

La tendencia ya ha quedado en evidencia en varios países. En Holanda, por ejemplo, el primero en introducir el matrimonio de personas del mismo sexo, solo el 15 por ciento de los matrimonios masculinos han fracasado en los últimos diez años, en comparación con el 30 por ciento de uniones entre mujeres. Una cifra similar registró Reino Unido, país en que el 75 por ciento de las solicitudes de anulación de matrimonio provienen de parejas lesbianas, en comparación con el de hombres homosexuales que asciende al 25 por ciento.

En Colombia las parejas homosexuales se casan menos y, según los últimos datos de la Superintendencia de Notariado y Registro, también se divorcian menos. Entre enero de 2018 y enero de 2019, cuatro de cada diez matrimonios heterosexuales terminaron mal, en comparación con uno de cada diez del mismo sexo.

Hay poca investigación sobre cómo rompen las parejas homosexuales debido a que el matrimonio y otros reconocimientos legales para ellos son relativamente nuevos. Aún así, muchos sienten curiosidad sobre por qué las mujeres tiene la mayor tasa de divorcio. Varios investigadores, como Esther Rothblum, profesora de estudios de mujeres de la Universidad Estatal de San Diego y académica del Instituto Williams de la Facultad de Derecho de la UCLA, especulan que ellas tendrían estándares más altos en temas como recibir atención, compartir las tareas o los gastos. Las mujeres tienden a ser más exigentes en sus relaciones de pareja independientemente de su orientación sexual Varios estudios sobre divorcio entre parejas heterosexuales también pueden servir de faro. Por ejemplo, estas son menos propensas a tolerar la infidelidad y al mismo tiempo inician primero un procedimiento de divorcio. Un trabajo de la Universidad de Stanford encontró algo similar: las mujeres inician el 69 por ciento de las rupturas en relaciones heterosexuales. Esto sucede porque ellos son más propensos a tolerar por años una relación difícil, mientras que ellas son más radicales cuando llegan los problemas.

Para muchos este mismo patrón podría repetirse en las relaciones de lesbianas. Esto deja en claro que las mujeres tienden a ser más exigentes en sus relaciones de pareja independientemente de su orientación sexual. De este modo, cuando dos de ellas se enamoran es más factible que tengan conflictos al procurar una relación de alta calidad.