Pali Boucher ha luchado contra la drogadicción toda su vida. Nació en San Francisco, Estados Unidos, bajo la tutela del Estado pues su madre era adicta al crac. A los 10 años quedó huérfana y desde entonces pasó su vida entre hogares de paso y reformatorios, pero en ninguno encontró un hogar.  Pali terminó deambulando por las calles, ahogando su soledad en el alcohol y la heroína. Estaba condenada a repetir la historia de su mamá y terminar sin vida en un andén, víctima de una sobredosis. Sin embargo, un encuentro cambió su vida para siempre.  En uno de los pocos momentos de lucidez que tenía entró por casualidad a un refugio de animales y allí conoció a Leadbelly, una perra vieja de caza que nadie había querido adoptar. Como el espacio para tener los animales era limitado y el plazo de Leadbelly para hallar una familia se había agotado, la perra estaba a punto de ser sacrificada. Pali, aunque no tenía una casa para ofrecerle y ni siquiera tenía un dólar para comprarle alimento, supo que era la única que podía darle una segunda oportunidad. Inventó una dirección falsa y se llevó el animal con ella. Pali sintió que la perra dependía de ella por completo así que empezó a trabajar y a alejarse de los vicios hasta que terminó por rehabilitarse por completo. Fue tan definitiva su transformación que Pali decidió crear una fundación para salvar a los animales que nadie más quería recibir y estaban condenados a muerte. Estaba empeñada en darles una segunda oportunidad a los perros que por viejos, enfermos, asustadizos o violentos eran difícilmente adoptables. Hoy Pali tiene una razón para seguir adelante. Lidera la fundación Rocketdogrescue y ya ha rescatado más de seis mil perros del corredor de la muerte de los refugios animales. Su historia y otros testimonios reales de personas que han sufrido un trauma emocional severo y han logrado salir del abismo gracias a la compañía de su mascotas, hacen parte del nuevo programa de Animal Planet: Un animal salvó mi vida, que se trasmitirá todos los miércoles a las 10:00 de la noche por este canal de televisión abierta. Las mascotas mostradas en esta serie, no sólo han ayudado a sus dueños a aferrarse a la vida sino que también han marcado una diferencia fundamental en la vida de niños y adultos con depresión, enfermedades terminales y dependencias a las drogas y los fármacos. ¿Qué dicen los científicos? La terapia con animales, también conocida como terapia asistida con animales, es reconocido por el Instituto Nacional de Salud Mental como un tipo de psicoterapia para el tratamiento de la depresión y otros trastornos anímicos. Jairo Aristizábal, psicólogo experto en Terapia Asistida con Animales, le explicó a Semana.com el porqué de este fenómeno: “los perros no juzgan a las personas, hacen que se desinhiban, se sientan más cómodos y creen vínculos afectivos más fácilmente”. Un estudio reciente publicado en la Revista de Personalidad y Psicología Social titulado “Amigos con derechos: los beneficios de tener una mascota” encontró que los dueños de perros tenían una mayor autoestima y era menos solitarios y miedosos y eran capaces de compensar los sentimientos de depresión. “No hay nada que te haga sentir mejor que llegar a tu casa y encontrar a un perro que te bate la cola porque está alegre de verte y está dispuesto a darte su afecto incondicional y participar en todas tus actividades”, agrega Aristizábal.