La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir al menos 400 gramos de frutas y verduras al día, pues son alimentos que contienen vitaminas, minerales, fibra y muchos otros componentes que cumplen con funciones clave para el buen funcionamiento del organismo.
Además, estos productos naturales favorecen una adecuada digestión de otros nutrientes que son importantes para mantener el cuerpo saludable, asegura el portal Alianza Salud, de México.
Lo ideal es consumir frutas desde la mañana. Incluirlas en el desayuno es una de las recomendaciones de los expertos y las razones son diversas. Una de ellas es que son alimentos que generan sensación de saciedad y aportan nutrientes que evitan que las personas se sientan cansadas a media mañana.
Otro motivo es que después de no haber comido por siete u ocho horas, el cuerpo necesita algo que no demore mucho en digerir y la fruta normalmente es de fácil digestión, precisa una publicación de la revista Glamour, de México.
A esto se suma que las frutas son ricas en fructosa, un tipo de azúcar bueno para el cerebro; son fuente de fibra y agua, lo que facilita el proceso digestivo y, además, son especiales para sustituir otros alimentos que pueden no ser tan saludables.
Las que no deben faltar
Si bien todas las frutas ofrecen beneficios al organismo, lo cierto es que hay algunas que son más recomendadas para ser incluidas en el desayuno. Estas son algunas opciones.
Manzanas
Estas frutas son ricas en fibra y agua, por lo que, además de ayudar a la digestión, hidratan y son ideales si las personas quieren incluirlas en una dieta tendiente a bajar de peso. El portal Gastrolab, de México, cita un estudio realizado por el National Center for Biotechnology Information, el cual destacó que las personas que comen manzana durante una comida suelen consumir 200 calorías menos que los que no incluyen esta fruta en sus alimentos.
Naranja y mandarina
Estas frutas brindan un gran aporte de vitamina C, un antioxidante que ayuda a controlar las infecciones y participa en la cicatrización de heridas. Del mismo modo, es necesaria para producir colágeno, una proteína indispensable para algunos tejidos como el pelo, las uñas, la piel o la sangre. De las raciones de fruta recomendadas al día, una debería ser alta en este nutriente, según información de la revista Mejor con Salud, escrita por Valeria Sabater.
Piña
La piña contiene un componente llamado bromelina, una enzima que se encuentra exclusivamente en esta fruta y que destaca su acción proteolítica, es decir, que cuando se ingiere con los alimentos ayuda a fragmentar las moléculas proteicas y mejora la asimilación de los aminoácidos que las componen. Además, aporta importantes cantidades de agua y posee propiedades antioxidantes, dos bondades que favorecen la salud del organismo.
Sandía
Es una fruta que aporta cruciales cantidades de agua, que contribuyen a mejorar la hidratación a lo largo del día, haciendo un bajo aporte energético al organismo. Es rica en vitaminas A, B, C, y fuente de minerales como el potasio y magnesio; sin embargo, una de sus mayores propiedades es su contenido de licopeno, pigmento antioxidante que le da su color rojo intenso.
Evidencia científica ha asociado el consumo de licopeno con efectos cardioprotectores y con un menor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, ya que disminuye los niveles de colesterol e inhibe la oxidación del LDL, conocido como malo.
Frutos rojos
Fresas, frambuesas, arándanos y moras tienen un reconocimiento por considerarse alimentos muy saludables que pueden incluirse en batidos y otros platos aptos para el desayuno. Las llamadas frutas del bosque contienen mucha agua, vitaminas, minerales y fibra, pero lo que más las hace atractivas es su alto contenido en antioxidantes.
“Son muchos los estudios científicos que han confirmado que los antioxidantes combaten el envejecimiento celular y pueden ayudar a reducir el estrés oxidativo. Además, numerosas investigaciones vinculan su ingesta con una reducción del estado inflamatorio crónico, que puede derivar en enfermedades como diabetes, obesidad o patologías cardiacas”, precisa el portal Consumer, de España.