El colesterol es una sustancia grasa natural presente en todas las células del cuerpo, la cual es indispensable para su normal funcionamiento. La mayor parte de esta grasa se produce en el hígado, aunque también se obtiene a través de algunos alimentos.
La sangre conduce el colesterol desde el intestino o el hígado hasta los órganos que lo necesitan y lo hace uniéndose a partículas llamadas lipoproteínas, de las cuales existen dos tipos, según explica la Fundación Española del Corazón.
De baja densidad (LDL), que se encargan de transportar nuevo colesterol desde el hígado a todas las células de del organismo y de alta densidad (HDL), que recogen el colesterol no utilizado y lo devuelven al hígado para su almacenamiento o excreción a través de la bilis.
Teniendo en cuenta esta interacción se puede hablar de dos tipos de colesterol: el “malo”, que al unirse a la partícula LDL se deposita en la pared de las arterias y forma placas y el “bueno”, que al aliarse con la lipoproteína HDL transporta el exceso de colesterol de nuevo al hígado para que sea eliminado.
Si bien es una sustancia que el cuerpo requiere, sus niveles elevados pueden ocasionar inconvenientes de salud. Con el colesterol alto, es posible que se formen depósitos grasos en los vasos sanguíneos, que con el tiempo crecen y hacen que sea más difícil que fluya suficiente sangre a través de las arterias, explica el instituto de investigación Mayo Clinic. A veces, esos depósitos pueden romperse y formar un coágulo que causa un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
Aunque algunas veces este padecimiento se hereda, en la mayoría de ocasiones suele ser el resultado de la elección de un estilo de vida poco saludable, por lo que puede prevenirse y tratarse. Llevar una dieta saludable, hacer ejercicio con regularidad y tomar medicamentos, si el médico lo considera, son las formas más viables para reducir sus niveles.
En la dieta es importante incluir alimentos que ayuden a regular y controlar los niveles de esta sustancia y las frutas son importantes aliadas. Estas son algunas de ellas.
Aguacates
Esta fruta es fuente de grasas monoinsaturadas saludables para el corazón, según un estudio publicado en The Cochrane Database of Systematic Reviews y citado por el portal Mejor con Salud. Se trata de grasas que se convierten en energía y no se almacenan en el organismo, reducen el nivel de lípidos y además, regulan el azúcar en la sangre, según la mencionada fuente.
La niacina presente en este alimento ayuda a equilibrar el nivel de colesterol. Es una vitamina del grupo B, que puede ayudar a reducir esta y otras grasas en la sangre. También aporta para elevar el colesterol “bueno” y reducir el “malo”, así como los triglicéridos, según la biblioteca médica Medline Plus.
Naranjas
Esta fruta contiene esteroles, que tienen una estructura muy similar a la del colesterol. Son un compuesto que se halla de forma natural en ciertas frutas y algunas verduras. Este componente, según indica Mejor con Salud, reduce el colesterol total y el LDL. Si se consume zumo todos los días en el marco de una dieta adecuada, esto favorecerá el control del colesterol. Además, la vitamina C de este y otros cítricos hace que esta sustancia se convierta en ácidos biliares a la vez que fortalece el sistema inmunitario y elimina el exceso de ácido fólico provocado por el colesterol.
Fresas
Al igual que los arándanos y otras bayas, esta fruta tiene propiedades que reducen las lipoproteínas de baja densidad (LDL). El aumento de la ingesta de frutas de color rojo como las cerezas, los arándanos, las fresas o las uvas tintas ayuda a prevenir el desarrollo de problemas cardíacos.
Manzana
Un artículo publicado en el diario El Mundo, de España, indica que “diversos estudios en animales han constatado que la pectina y los polifenoles (antioxidantes) presentes sobre todo en la piel de la manzana están detrás de la mejora del metabolismo del colesterol y, además, reducen la producción de moléculas inflamatorias relacionadas con el riesgo cardiaco”.
Estos alimentos resultan favorables en el marco de una alimentación balanceada, pero si la persona presenta problemas por el aumento en los niveles de colesterol, lo mejor es recurrir al médico para obtener el tratamiento indicado.