La hipertensión, o tensión arterial alta, es una afección médica que afecta a un gran número de personas en todo el mundo. Si bien existen tratamientos médicos efectivos para controlarla, algunas personas también buscan complementar su manejo con infusiones naturales. Es importante destacar que estas infusiones no reemplazan los tratamientos médicos prescritos y deben considerarse como parte de un enfoque integral para el control de la hipertensión.
A continuación, se presentan cuatro infusiones naturales que han sido objeto de interés en relación con la hipertensión. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que estos remedios caseros deben ser utilizados bajo la supervisión y orientación de un profesional de la salud. Además, su efectividad puede variar de una persona a otra, y no todas las infusiones pueden ser adecuadas para cada individuo.
Infusiones para la presión arterial
Apio
El apio ha sido un vegetal tradicionalmente utilizado en el tratamiento de la hipertensión arterial mediante infusiones naturales. Este vegetal es rico en fitoquímicos y sustancias antiinflamatorias, lo que ha suscitado interés en su capacidad para abordar la hipertensión. Además, se ha especulado que el apio podría tener propiedades diuréticas, lo que significa que podría ayudar a eliminar el exceso de líquidos que, en algunos casos, contribuye al aumento de la presión arterial.
Un estudio publicado en el “Journal of Medicinal Food” en 2013 respaldó los efectos antihipertensivos de la semilla de apio en ratas, lo que respalda la idea de que el apio puede tener un impacto positivo en la presión arterial. Además, se ha utilizado el jugo de apio para reducir la presión arterial en adultos mayores. Se cree que los compuestos presentes en el apio pueden inhibir la entrada de calcio en las células del músculo liso vascular, lo que podría contribuir a su efecto beneficioso en la hipertensión.
Para preparar una infusión de apio, se puede seguir una sencilla receta. Basta con colocar 20 gramos de apio en agua que esté en proceso de ebullición. Después de dejar reposar durante 15 minutos, se cuela y se consume.
Orégano
El orégano ha sido objeto de estudio durante un tiempo debido a su potencial aplicado en la industria farmacológica. Se ha planteado la hipótesis de que este versátil condimento podría desempeñar un papel en el desarrollo de medicamentos destinados a controlar diversas condiciones de salud, como el síndrome metabólico, la obesidad, la diabetes y la hipertensión arterial.
Una de las propiedades más interesantes del orégano es su capacidad para ser utilizado como condimento en lugar de la sal, lo que podría ser particularmente beneficioso para las personas que sufren de hipertensión. La reducción del consumo de sal es esencial para el manejo de la presión arterial alta, pero muchas personas encuentran difícil eliminar por completo el sabor salado de sus comidas. El orégano podría ofrecer una alternativa sabrosa que compite con el sabor del cloruro de sodio, permitiendo a los pacientes hipertensos disfrutar de sus alimentos sin aumentar la ingesta de sal.
Además, el orégano y sus compuestos moleculares han demostrado tener un impacto positivo en el perfil lipídico. Estudios controlados han revelado que el orégano puede reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol “malo”) y aumentar los niveles de colesterol HDL (colesterol “bueno”), lo que contribuye a la protección cardiovascular.
Para preparar una infusión natural con orégano con el objetivo de reducir la presión arterial, se puede seguir un sencillo proceso. Simplemente se añade una cucharadita de orégano en agua hirviendo y se deja reposar durante 15 minutos antes de consumirla.
Diente de león
El diente de león, científicamente conocido como Taraxacum officinale W., es una planta que se caracteriza por sus propiedades diuréticas. Esto significa que tiene la capacidad de aumentar la producción de orina y, en consecuencia, se asocia con la posibilidad de ayudar a reducir la presión arterial alta al eliminar el exceso de líquidos que podría ejercer una carga adicional sobre el sistema cardiovascular. DeCuando a alguien se le diagnostica hipertensión arterial, las cifras de su presión sanguínea se clasifican en función de su gravedad. manera similar a la acción de ciertos medicamentos diuréticos.
Sin embargo, es importante tener precaución al considerar el uso del diente de león en personas que padecen hipertensión y también tienen cálculos biliares. El diente de león tiene la capacidad de estimular los movimientos de la vesícula biliar, lo que podría generar cólicos severos si existen obstrucciones en el conducto biliar. Esta información ha sido aclarada en una publicación en la revista Medicina Naturista.
Ajo
El ajo ha sido respaldado por diversos estudios y investigaciones debido a sus propiedades antihipertensivas. En comparación con placebos o la ausencia de tratamiento, se ha demostrado que las preparaciones que incluyen ajo contribuyen al control de los niveles de presión arterial. Se cree que este efecto se debe al aumento de la producción de óxido nítrico, lo que resulta en la relajación y dilatación de los músculos lisos de los vasos sanguíneos.
La alicina es el compuesto más relevante presente en el ajo y se le atribuyen propiedades antioxidantes y la capacidad de eliminar radicales libres. Para aprovechar al máximo estas propiedades, se recomienda triturar el ajo antes de agregarlo a agua hirviendo. Además, se puede combinar con limón y jengibre para potenciar aún más sus beneficios.