El llanto de un bebé es el lenguaje para comunicar alguna necesidad. Aunque puede ser difícil de comprender y de distinguir los tipos de llanto de un recién nacido, algunas de las razones de sus lágrimas tienen que ver con hambre, incomodidad o porque se sienten cansados o solos.

Por lo general, el llanto en los bebés aumenta y alcanza su punto máximo al segundo mes de vida; algunos niños sanos pueden llorar hasta cuatro o cinco horas al día.

De acuerdo con Children’s Hospital Colorado, es normal que un bebé llore, pero también es normal que el padre sienta frustración y agobio al ver que no para de hacerlo. Lo único reconfortante es que un bebé sano, en algún punto, debe dejar de llorar.

Existen varias técnicas para poder calmar a un bebé que no tienen ninguna necesidad física. El hospital anteriormente mencionado da a conocer algunos consejos útiles:

  • “Emítale algún sonido suave y agradable. Puede cantarle o hablarle con un tono de voz tranquilo para que el bebé olvide todo y se concentre en los sonidos”.
  • Acarícielo y sóbele la espalda, el pecho o el estómago, para que disminuya la tensión de todos los músculos y se sienta más relajado.
  • Se aconseja darle un baño o distraerlo de su llanto con un juguete.
Algunos bebés sanos pueden llorar hasta cuatro o cinco horas al día. | Foto: peter dazeley
  • Llévelo en el coche a dar un paseo, esto permitirá que el aire que respire lo tranquilice y también lo distraiga.
  • La técnica de la musicoterapia es ideal para los bebés que lloran con frecuencia. Las ondas sonoras de las melodías tranquilas permiten que paren de llorar e incluso los lleve a dormir.
  • Si el bebé tiene más de un mes y está amamantando, dele un chupón. El movimiento de chupar puede calmar a un bebé que llora desconsoladamente. “Algo tan sencillo como un chupón puede ayudar a reconfortar al bebé y relajarlo”.
  • Puede cargar al bebé como balón de fútbol al revés puede reconfortar a los bebés, especialmente si tienen cólicos o dolor de gas. Esta posición coloca una presión suave en el estómago del bebé, lo que puede ayudar a sacarle los gases.

Si ninguna de estas técnicas funciona y se ha descartado cualquier molestia o malestar, se debe dejar al bebé en un lugar seguro, ya sea en su cuna o en un asiento infantil y tratar de darse un respiro. Cabe recordar que todos los bebés lloran, pero en algún momento deben calmar su llanto. Además, se debe tener presente que un recién nacido llora con más frecuencia en las noches y su llanto puede durar entre 30 a 40 minutos o más.

¿Cuándo hay que preocuparse por el llanto de un bebé?

Cuando se identifica que el llanto de un bebé trae consigo un problema físico anormal, es importante actuar de inmediato. Uno de los síntomas que deben alarmar es la fiebre, ya que es un signo de que algo no está bien en el organismo del recién nacido.

Así mismo, si el llanto está acompañado de cuadros de diarrea, se puede provocar una deshidratación y general dolor abdominal. Esto se puede prevenir administrando un suero de rehidratación oral.

Y otra situación que se puede dar es el cambio repentino de un bebé, es decir, que si normalmente el recién nacido es activo y se da un cambio hipoactivo o de letárgico, junto con un llanto apagado y débil, se debe acudir al pediatra para un chequeo médico.