Cuando un bebé nace, lo primero que se escucha es su llanto. Mientras aprenden a hablar, esa es la principal forma que tienen para comunicar sus emociones.
Sin embargo, todos los padres saben lo exasperante que puede llegar a ser intentar calmar el llanto de un bebé que no para de llorar desconsoladamente.
A veces, nada parece funcionar: cantar, hacer muecas, acunarlo o, incluso, pasearlo, son intentos en vano pues la criatura continúa llorando, a veces más fuerte que antes.
Por lo anterior, el medio Encolombia.com listó una serie de consejos con los que es posible calmar el llanto de un bebé, una vez se haya verificado que ya comió, que tiene el pañal limpio y que la temperatura es la correcta:
- Mecerlo y arrullarlo: es una de las recomendaciones más populares cuando de calmar un bebé se trata, por lo que mucha gente no cree en ello; sin embargo, este movimiento le recuerda al infante el tiempo que pasó en el vientre de su mamá y por esa razón tienden a estar más tranquilos.
- Envolverlo: este procedimiento suele hacerse a menudo en el hospital, así que una enfermera puede enseñar cómo realizarlo correctamente. Aunque parezca que al envolverlos quedan sin movilidad, la verdad es que suelen sentirse seguros entre la cobija.
- Masaje: esta técnica se considera desestresante y relajante, por lo que es posible poner al bebé sobre los brazos de quien lo cargaría, acomodarlo del lado izquierdo (posición que favorece la digestión) y darle pequeños masajes en la espalda. También se puede cargar boca arriba para darle masajes en la barriga.
- Sonidos: algunos sonidos ayudarán al bebé a recordar su tiempo en el vientre de su mamá. Entre ellos destacan los sonidos de latidos del corazón o también con sonidos monótonos como el sonido que hace un ventilador, o el sonido de la lavadora mientras centrifuga.
Se debe tener paciencia a la hora de probar cada técnica, pues cada bebé es diferente. Además, hay que tener en cuenta el entorno, es decir, que no haya algo que le proporcione enfado, miedo o dolor.
Si sienten miedo, el llanto es muy intenso y los bebés mantienen sus ojos abiertos casi todo el tiempo. Mueven la cabeza hacia atrás, miran fijamente e inspeccionan qué es lo que los está asustando.
Cuando están enfadados, la intensidad del llanto aumenta gradualmente y la mayoría conserva los ojos medio cerrados, con la mirada perdida o, en algunos casos, fija. Y, finalmente, el dolor lo manifiestan con los ojos prácticamente cerrados, pues hay un alto grado de tensión en la zona ocular y fruncen el ceño.
¿Dejar llorar a un bebé o calmarlo?
La Universidad de Warwick, en Reino Unido, encontró en una nueva investigación que no tiene impacto negativo alguno dejar llorar a un bebé.
Tras realizar pruebas cognitivas y evaluaciones de apego parental a 178 niños y sus padres, los científicos establecieron que esperar a que se calmen solos no perjudica el vínculo entre los padres y los hijos ni tiene efectos adversos de comportamiento en el desarrollo infantil.
La investigación encontró, en cambio, que permitir a los bebés calmarse solos durante los primeros 18 meses conduce a periodos más cortos de llanto más adelante. Este es el tercer estudio en los últimos 50 años que investiga el tema, muy debatido por cuidadores y científicos.