Bajar de peso es quizá uno de los objetivos que sujetos de todo el mundo suelen plantearse para sentirse bien consigo mismos o por temas de salud. Independientemente de la razón, las emociones juegan un papel importante para lograr este cometido.

Si bien es cierto que hay diversos métodos para disminuir tallas corporales, como el ejercicio y las dietas, también, existe un concepto conocido como nutrición emocional.

De acuerdo con datos recopilados por el portal Planeta de libros, la nutrición emocional es un método que trabaja niveles mentales, emociones, nutritivos y espirituales para transformar la vida de una persona. En este caso puntual, para bajar de peso.

Por su parte, una publicación de la revista ¡Hola! indica que el factor psicológico y emocional es imprescindible para lograr sentirse mejor con el físico, de ahí que el Hospital Universitario de Sanchinarro de Madrid ofrezca algunas claves para contribuir a la nutrición emocional, como:

1. Cambiar la actitud para tomar una dieta: aunque es verdad que no a todos les gusta cambiar sus rutinas alimenticias, bajar de peso implica llevar a cabo algunas restricciones de comidas o reemplazarlas por productos saludables. En ese sentido, es necesario centrarse en lo positivo de ingerir alimentos buenos para el cuerpo, más no verlo como una obligación.

2. Objetivos realistas: como se ha mencionado, existe un objetivo universal y es el de bajar de peso. Pero para que esto sea posible, es necesario trazar rutas de acción. En efecto, los expertos explican que hay que comenzar con pequeños objetivos alcanzables y realistas, como cambiar poco a poco los modos de alimentarse o comenzar con una mínima rutina de ejercicio.

3. Tomar nota: ¡Hola! consigna que para aumentar la nutrición emocional, un consejo práctico es anotar en un cuaderno los logros y las dificultades que se tienen al momento de querer bajar de peso. Así las cosas, esto servirá para ayudar a conocer los puntos débiles y fuertes, al igual que comprometerse con el tratamiento.

5. Cinco comidas: existen imaginarios de que bajar de peso es sinónimo de no comer absolutamente nada, pero la Unidad de tratamiento de obesidad endoscópica, del Hospital Universitario de Sanchinarro de Madrid, da a conocer que lo mejor es marcar horarios para el consumo de comidas, cada tres horas. De igual forma, llevar una vida ordenada en la que no se anticipe el hambre y, por lo tanto, habrá menos sensaciones de ansiedad.

6. Comer despacio: de acuerdo con los expertos, la nutrición emocional demanda comer de una manera lenta y adecuada. Es decir, al momento de masticar, hacerlo de manera consciente y saborear cada alimento. “Olvídate de las prisas. Tu cuerpo necesita que lo calmes cinco veces al día. Si comes despacio, necesitarás menos cantidad de alimento. Además, estarás aprendiendo a conceder un tiempo a ti mismo que te ayudará a reducir el estrés”, publicó la citada revista española.

7. Dejar a un lado la obsesión: al momento de bajar de peso, hay quienes se obsesionan por saber la cantidad de medidas que están disminuyendo y se atormentan pensando todos los días. En consecuencia, esto solo genera efectos negativos para las emociones. Lo que se recomienda es pesarse una vez a la semana, el mismo día y a la misma hora.

8. Divertirse y tolerar la frustración: por último, puede que en el proceso de la pérdida de peso se experimenten momentos que resultan siendo fracasos y producen frustración. Para esta situación, no hay que desfallecer en el primer intento y tratar de conservar sentimientos y emociones de felicidad, pues, a través de estas sensaciones, el cuerpo se ‘divierte’ y segrega endorfinas, que son las ‘hormonas del bienestar’.