Los cambios en la piel están relacionados con factores ambientales, constitución genética, nutrición y otros factores, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Sin embargo, explicó que el factor individual más importante es la exposición al sol, pero el portal Estetic reveló las patologías que sufre la piel de una mujer después de los 40 años como:
1. Flacidez. Con el envejecimiento, la capa externa de la piel (epidermis) se adelgaza, aun cuando la cantidad de capas celulares permanece sin cambio alguno.
2. Deshidratación. Las glándulas sebáceas producen menos aceite a medida que usted envejece. Los hombres experimentan una mínima disminución, más frecuentemente, después de los 80 años de edad. Las mujeres producen gradualmente menos aceite después de la menopausia. Esto puede hacer que sea más difícil mantener la piel humectada, lo que causa resequedad y picazón.
3. Sequedad. Los cambios en el tejido conectivo reducen la resistencia y la elasticidad de la piel. Esto se conoce como elastosis.
De hecho, la biblioteca explicó que otros cambios por el envejecimiento incluyen:
- La cantidad de células que contienen pigmento (melanocitos) disminuye y los melanocitos que quedan aumentan de tamaño.
- La piel envejecida aparece más delgada, más pálida y transparente (traslúcida).
- Las manchas pigmentadas, incluyendo las manchas por la edad o “manchas hepáticas” pueden aparecer en zonas expuestas al sol. El término médico para estas áreas es lentigos.
- Es especialmente notable en las zonas expuestas al sol (elastosis solar). Esta afección produce la apariencia correosa, deteriorada por la intemperie, que se suele ver en granjeros, marineros y otras personas que pasan gran parte del tiempo al aire libre.
- Los vasos sanguíneos de la dermis se vuelven más frágiles. Esto lleva a que se presenten hematomas, sangrado debajo de la piel (a menudo llamado púrpura senil), hemangiomas capilares y afecciones similares.
- La capa de grasa subcutánea se adelgaza, por lo que tiene menos aislamiento y amortiguación, lo cual aumenta el riesgo de lesión de la piel y reduce la capacidad de conservar la temperatura corporal.
- Las glándulas sudoríparas producen menos sudor. Esto hace que sea más difícil mantenerse fresco.
- Las neoplasias como papilomas cutáneos, verrugas, parches marrones ásperos (queratosis seborreica) y otras manchas son más comunes en las personas mayores.
- También son comunes las manchas ásperas de color rosado (queratosis actínica) que tienen una pequeña posibilidad de convertirse en cáncer de piel.
Dicho lo anterior, algunos cuidados que se pueden tener para evitar el envejecimiento son:
Realizar limpieza facial, es una práctica que pocas personas realizan, pero es necesaria para el cuidado de la piel, ya que con esto se eliminan impurezas del rostro y este proceso se debe realizar en las mañanas y en las noches. Además, es importante utilizar una toalla que sea de uso exclusivo para el rostro.
Usar protección solar, los expertos recomiendan que las personas que diariamente se exponen al sol deberían usar protector solar los 365 días del año, sobre todo durante los periodos de verano, pero también es importante proteger a la piel fuera del verano.
Seguir una dieta saludable, existen algunas pruebas de que ciertas vitaminas en la dieta ayudan a proteger la piel y aunque se necesita estudiar más el rol de la nutrición, es bueno consumir muchas frutas y vegetales, según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Tomar agua. No obstante, el consumo diario de este líquido es distinto para los hombres y para las mujeres, porque existen diferencias entre la ingesta, pero por lo general los hombres deberían consumir 3,7 litros de agua al día y las mujeres deberían beber 2,7 litros.