Los riñones son los órganos encargados de producir orina, que es la forma en la que el cuerpo humano elimina los desechos líquidos. Asimismo, también controlan la presión arterial y contribuyen en la estimulación de la médula ósea.

Cuando los riñones han perdido casi toda su capacidad para funcionar, las personas pueden tener síntomas de acumulación de productos de desecho y agua en el organismo. En algunos casos, la enfermedad de los riñones puede empeorar rápidamente.

Cuando la enfermedad está en su etapa inicial, puede que la persona no manifieste ningún síntoma. Por eso, los expertos insisten en realizar evaluaciones médicas periódicas para verificar el estado de los riñones. Aunque una persona esté enferma, puede sentirse bien. Esto se debe a que “puede tener daño en los riñones sin ningún síntoma, porque, a pesar del daño, sus riñones siguen trabajando lo suficiente para que siga sintiéndose bien”, explican los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).

Los síntomas son evidentes cuando el daño es grave. Esto ocurre cuando la persona necesite diálisis o un trasplante de riñón. Algunos de los síntomas que se pueden tener incluyen:

  • Dolor torácico
  • Piel seca
  • Picazón o entumecimiento
  • Cansancio
  • Dolores de cabeza
  • Aumento o disminución de la micción
  • Pérdida del apetito
  • Espasmos musculares
  • Náuseas
  • Falta de aliento
  • Problemas para dormir
  • Problemas de concentración
  • Vómitos
  • Pérdida de peso
  • Anemia
  • Enfermedad ósea
  • Desnutrición

Es importante prestar a estos síntomas y acudir a un médico para recibir el diagnóstico y el tratamiento correcto. La enfermedad de los riñones puede causar otras afecciones de salud. “Si usted tiene la enfermedad de los riñones, aumentan sus probabilidades de sufrir un derrame cerebral o un infarto”, explican los NIH. Asimismo, se puede sufrir de hipertensión (puede ser causa y consecuencia).

Insuficiencia renal aguda

Esta afección ocurre cuando los riñones pierden la capacidad de filtrar los desechos de la sangre. Al perderla, se acumulan toxinas que pueden alterar la composición química de la sangre.

La insuficiencia renal aguda puede poner en riesgo la vida del paciente. Por eso, es necesario iniciar un tratamiento oportuno. “Sin embargo, la insuficiencia renal aguda puede ser reversible. Si, en cambio, gozas de buena salud, es posible que recuperes una función renal normal o casi normal”, explica Mayo Clinic.

Esta afección suele desarrollarse en personas que se encuentran hospitalizadas por enfermedades subyacentes, especialmente, aquellas que están en cuidados intensivos.

En algunos casos, la insuficiencia renal no presenta síntomas, sino que es diagnosticado gracias a exámenes de laboratorio. En los pacientes que sí presentan sintomatología, estos son los que suelen presentarse:

  • Disminución del volumen de orina excretado (diuresis), aunque a veces se mantiene estable.
  • Retención de líquido, que causa hinchazón en las piernas, los tobillos o los pies.
  • Falta de aire.
  • Fatiga.
  • Desorientación.
  • Náuseas.
  • Debilidad.
  • Ritmo cardíaco irregular.
  • Dolor u opresión en el pecho.
  • Convulsiones o coma en casos severos.

Infección renal

La infección renal inicia en la uretra o en la vejiga y se desplaza a uno o ambos riñones. Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explica que esta afección necesita atención médica inmediata, ya que puede provocar un daño permanente en los riñones. Asimismo, las bacterias pueden provocar una infección que ponga en riesgo la vida de la persona.

Síntomas:

  • Fiebre.
  • Escalofríos.
  • Dolor en la espalda, el costado (flanco) o la ingle.
  • Dolor abdominal.
  • Necesidad de orinar a menudo.
  • Necesidad imperiosa y constante de orinar.
  • Sensación de ardor o dolor al orinar.
  • Náuseas y vómitos.
  • Pus o sangre en la orina (hematuria).
  • Orina turbia o con olor desagradable.

Prevención

Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señala algunos consejos para tener riñones sanos:

  • Consumir alimentos bajos en sal.
  • Controlar y prestar atención a la presión arterial.
  • En caso de tener diabetes se debe regular el nivel de glucosa.
  • Moderar el consumo de alcohol.
  • Consumir frutas, verduras, granos integrales y productos lácteos bajos en grasa.
  • En caso de tener sobrepeso, iniciar un proceso para perder kilos.
  • Realizar actividad física.