Las enfermedades suelen aparecen cuando hay un deterioro de la salud. Por lo general, todas las afecciones implican un debilitamiento del sistema natural de defensa del organismo o de aquellos que regulan los principales órganos del cuerpo. De hecho, cuando la causa se desconoce, casi siempre se pueden explicar las enfermedades en términos de los procesos fisiológicos o mentales que se alteran.
Con ello, la genética también puede influir en el desarrollo de enfermedades. Una investigación denominada Study reports links between blood types and disease risks, indica que es importante conocer el grupo sanguíneo, ya que este puede demostrar si es propenso no a desarrollar ciertas enfermedades. Como conclusión del estudio, los investigadores dieron a conocer las condiciones de salud que resultas ser más comunes para ciertos tipos de sangre.
- Enfermedades autoinmunes: el grupo sanguíneo puede influir en el riesgo de padecer enfermedades autoinmunes, porque se caracterizan por la reacción del organismo a las células propias y extrañas. Con ello, los tipos A y B tienen un mayor riesgo de desarrollar lupus, artritis reumatoide, esclerosis múltiple y enfermedades no diferenciadas del tejido conjuntivo. Asimismo, las personas con sangre tipo O tiene una alta proporción de pronósticos de la enfermedad de Hashimoto, que es un trastorno en el que el cuerpo ataca a su glándula tiroidea. En cuanto la sangre AB, se ha relacionado con el menor número de enfermedades autoinmunes.
- Diabetes: específicamente, la diabetes de tipo 2 está relacionada con varios factores de vida como la obesidad y la genética; sin embargo, estudios recientes han encontrado una correlación entre la enfermedad y el tipo de sangre. Un estudio del Centro de Investigación en Epidemiología y Salud de la Población del Instituto Gustave Roussy en Francia descubrió que las mujeres con sangre B+ tienen un 35% más de riesgo de padecer diabetes de tipo 2, las mujeres con sangre AB+ tenían un 26% más de riesgo, y las de tipo A- y A+ tenían un 22% y un 17% más de riesgo.
- Cáncer: el tipo de sangre A está relacionado con enfermedades como el cáncer de estómago y de páncreas, ya que este tipo suele presentar mayores niveles de inflamación. Las personas con sangre AB también tienen un 34% más de probabilidades de desarrollar cáncer de esófago. Del mismo modo, se ha demostrado que la sangre tipo B tiene un 72% más de posibilidades que la del tipo O de desarrollar cáncer de páncreas.
Del mismo modo, varias investigaciones relacionadas en el portal web Select Health, indican que las personas con sangre tipo O son las que tienen un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas y problemas de coagulación porque este tipo de sangre tiene un mayor porcentaje de proteínas coagulantes. Sin embargo, el grupo sanguíneo O está relacionado con problemas de infertilidad. A su vez, el tipo de sangre AB a pesar de ser poco común, tiene mayor probabilidad de tener problemas cognitivos, pérdida de memoria o demencia.
‘Sangre dorada’: el grupo sanguíneo que tienen muy pocas personas en el mundo
Gracias al patólogo y biólogo austriaco Karl Landsteiner se descubrió la existencia de distintos grupos sanguíneos, siendo la mayoría de ellos incompatibles entre sí. El científico halló que unas gotas de sangre de un grupo diferente podían provocar enfermedades e incluso la muerte.
A la fecha, se conocen más de 30 tipos de sangre. El 90 % de la población mundial contiene los siguientes grupos sanguíneos: A, B, O y D+ o D-. Muchas personas consideran el grupo sanguíneo AB como el más raro del mundo, pero existe un caso todavía más extraño: la “sangre dorada”, que lo poseen menos del 1 % de la población mundial.
¿Qué es la sangre dorada?
Durante los años sesenta se descubrió un tipo de sangre muy rara. La denominaron sangre dorada o sangre de oro porque no tiene el factor RH, una proteína que se encuentra en los glóbulos rojos y que sirve para detectar el tipo de sangre.
Sin embargo, fue en el año 2014 cuando se comprendió mucho mejor este extraño tipo sanguíneo. La revista Mosaic publicó un artículo El hombre de sangre de oro. En él se exponía el caso de Thomas.
La principal característica de esta sangre dorada es que carece del antígeno más común (RH), lo que provoca que las personas con este tipo de sangre tengan glóbulos rojos anormales, con membranas de fuga y tiempos de vida más cortos.
Su nombre científico es Rhnull (Rh nulo) y desde que se descubrió se han registrado poco más de 40 casos.