De acuerdo con expertos en salud, la caída de las uñas en ocasiones está asociada a la exposición a químicos de uso cosmético -como solventes, especialmente quitaesmaltes-, el lavado frecuente de manos o microtraumas.

No obstante, si las uñas se rompen con facilidad, también es fundamental que la persona empiece a variar aún más su alimentación, dado que no se descarta que pueda estar faltando algún nutriente especialmente importante para esas estructuras.

Sin embargo, también existen alternativas naturales que ayudan a fortalecer las uñas. Para ello, existen algunas plantas que se nombran a continuación.

La moringa

Esta planta, que es conocida como el árbol de la vida, contiene nutrientes y minerales en sus hojas, que necesitan diariamente las uñas.

También posee vitaminas A, del grupo B, C y E y hasta 46 antioxidantes distintos, vitalizantes, y reparadoras de los tejidos corporales.

En tal sentido, la persona que lo considere necesario podrá consumir sus hojas frescas o secas en polvo, aunque es posible que los especialistas también recomienden tomarla en comprimidos, es decir, hasta tres cápsulas diarias que contengan moringa.

Cola de caballo

Respecto a esta planta, según señala el portal sabervivirtv.com, tiene una alta concentración mineral de todo tipo, pero es especialmente rica en silicio, ayudando a la salud de todos los tejidos elásticos, como las uñas.

Si la persona la bebe en decocción, la cantidad equivale a una cuchara sopera por vaso de agua, tomado 1 o 2 vasos al día.

También, quien padezca algún problema con las uñas, las podrá sumergir durante 10 minutos en la decocción elaborada, al menos una vez al día.

Ortiga

En el portal citado anteriormente destacan que esta planta es rica en vitaminas del grupo B, pero también en hierro y en otros minerales, por lo que ayuda a fortalecer las uñas.

Puede ser utilizada en forma de baño, sumergiendo las manos. De tal modo, se debe preparar una decocción usando una cuchara sopera por cada vaso que añadas.

Posteriormente, se vierten unas 10 gotas de zumo de limón. Lo anterior se aconseja hacer durante 14-15 días y dos veces al día (diez minutos en cada ocasión).

Romero

El portal sabervivirtv.com señala que la decocción de esta planta refuerzan las uñas quebradizas. Para ello, la persona deberá utilizar una cuchara sopera de romero por vaso de agua.

Así mismo, deberá añadir un poco de zumo de limón para que potencie sus beneficios. En cuanto a los baños, puede ser también de 14 días, como con la ortiga.

Se deberá mantener las manos sumergidas durante 10 minutos. Afirman que, además de fortalecer las uñas, los compuestos antisépticos de esta planta ayudarán a mantenerlas sanas y libres de infecciones.

Bicarbonato de sodio para eliminar las uñas amarillas de los pies: así se prepara

Las uñas, al igual que la piel, pueden delatar algunos problemas de salud. Por esta razón, no hay que descuidarlas y es importante estar siempre atentos a sus señales.

Entre los factores más importantes para tener en cuenta están: la curva de las uñas, su grosor, el color, la textura, el brillo, su fragilidad, los surcos y las crestas. Elementos como estos dicen mucho. Incluso, el estado de la cutícula en general, según el portal EConsejos, en su sección de belleza y salud.

Cabe destacar que las uñas sanas suelen tener un aspecto natural color rosa. Si por el contrario, estas suelen tener un tono amarillento o decolorido, si tienen manchas de otros colores, entonces las personas que lo padecen puede tener algún problema silencioso.

En concreto, las uñas amarillas pueden surgir como consecuencia del envejecimiento o del uso determinado de productos en las uñas. Además, puede ser un signo de algún problema como la presencia de una infección bacteriana o fúngica, deficiencia nutricional de ciertas vitaminas y minerales o por enfermedades como la psoriasis, según el portal especializado en salud, Tua Saúde.

En ese sentido, la doctora en química de la University College of Dublin Laura González Islas, explicó en Vogue que el bicarbonato puede ser utilizado como un exfoliante facial y corporal. Se deben combinar de dos a siete cucharadas de bicarbonato con agua y frotar la mezcla en el rostro, codos, rodillas o pies, realizando movimientos circulares, haciendo un masaje profundo en la piel y luego se retira la mezcla con abundante agua fría, esto ayuda a eliminar las células muertas de la piel, según afirmó González.

La publicación en mención también destaca que si se mezclan dos cucharas de bicarbonato de sodio con dos limones y una cucharada de miel se logra una mixtura ideal para minimizar las manchas del rostro, ya que los ingredientes contienen propiedades exfoliantes, antibacterianas y restauradoras.

La mascarilla se debe aplicar en las noches y dejar actuar durante 15 minutos, luego de ello es importante lavar el rostro con suficiente agua, pues hay que tener precaución: el limón podría causar más manchas en la piel si entra en contacto con la luz.

Significado de los colores de las uñas:

  • Rayas rojas: infección en las válvulas del corazón.
  • Uñas blancas: problemas hepáticos.
  • Rayas oscuras: envejecimiento o problemas cardíacos.
  • Uñas verdes: infección bacteriana.
  • Tonos azules: bajos niveles de oxígeno en la sangre.
  • Tonos pálidos: falta de vitaminas.

Las uñas escamadas: es decir, separadas en capas, entran en esta categoría. Este síntoma, o las uñas partidas, pueden ser indicadores de:

  • Psoriasis.
  • Desnutrición crónica.
  • Deficiencia de vitamina C, proteínas o ácido fólico.

La dirección en que crecen las uñas: cuando las uñas se curvan hacia arriba, pueden ser signo de:

  • Hipotiroidismo.
  • Enfermedades del corazón.
  • Desequilibrio en los niveles de hierro y problemas asociados.

Uñas secas:

  • Pueden delatar problemas de la tiroides y, por tanto, problemas hormonales, así como la presencia de hongos.

Agujeros en la superficie: esto se puede deber a:

  • Deficiencia de zinc.
  • Psoriasis.
  • Alopecia.
  • Problemas del tejido conectivo.

Aunque algunas uñas son más duras que otras, no es normal que sean gruesas. Esto puede delatar varios problemas:

  • Problemas de circulación.
  • Uñas gruesas con textura rugosa: infección micótica.
  • Reacciones alérgicas a ciertos medicamentos.
  • Psoriasis o problemas de tiroides.
  • Enfermedades pulmonares.