Las proteínas son moléculas que desempeñan una serie de funciones muy importantes en el cuerpo. Realizan la mayor parte del trabajo en las células y son necesarias para la estructura, función y regulación de los tejidos.

Ayudan a mantener la piel, los huesos, los músculos y los órganos sanos. Normalmente cuando se habla de proteína se piensa de manera inmediata en alimentos como la carne, los huevos o el pescado. Sin embargo, las personas también pueden obtenerla de alimentos vegetales si se consumen con regularidad a lo largo del día. Las fuentes vegetales de proteína incluyen productos de soya, legumbres, lentejas, frutos secos, semillas y cereales integrales, entre otros.

Su importancia radica en que son las encargadas de construir, mantener y reparar los tejidos del cuerpo, tal y como afirma una investigación publicada en Domestic Animal Endocrinology, precisa un artículo del portal Mejor con Salud, en el que se indica que algunas proteínas son completas y otras incompletas. Las completas cuentan con los 9 aminoácidos esenciales, y en este grupo destacan las de origen animal. Por su parte, las incompletas tienen solo 7 u 8 y son las que se encuentran en los vegetales.

Sin embargo, aunque estas últimas no son completas, lo cierto es que pueden complementarse entre ellas para aportar los 9 aminoácidos esenciales, los cuales no son producidos por el cuerpo, sino que en su totalidad provienen de los alimentos.

La publicación precisa que la quinoa y la soya sí tienen los 9 aminoácidos, aunque en pequeñas cantidades y con una baja digestibilidad, lo que indica que al comer una de estas la persona le aporta a su organismo lo mismo que si estuviera comiendo carne o pollo.

Las proteínas vegetales han venido ganando protagonismo, pues estudios científicos indican que su consumo puede ayudar a aumentar la esperanza de vida o mejor a evitar las muertes prematuras.

De acuerdo con un estudio realizado por la Escuela T.H. Chan de Salud Pública de la Universidad de Harvard, la proteína de la carne roja está asociada con la mortalidad, en tanto que no sucede lo mismo con la del pescado o el pollo.

La investigación publicada en la revista médica JAMA Internal Medicine hace énfasis en la inclusión de más proteínas vegetales en la dieta diaria, según lo indica un artículo del portal Clikisalud, de la Fundación Carlos Slim.

Para realizar el análisis, los investigadores evaluaron datos de dos estudios estadounidenses que siguieron de forma regular las dietas de 131.000 personas durante tres décadas. La ingesta diaria de calorías de los participantes fue, en promedio, de 14 % de proteína animal y 4 % de vegetal.

Según el mencionado sitio web, las conclusiones de la investigación indicaron que por el aumento de 3 % en proteínas vegetales en su dieta diaria, los participantes experimentaron un riesgo 10 % menor de muerte por todas las causas y un riesgo 12 % inferior de muerte relacionada con problemas del corazón.

Otra de las conclusiones fue que intercambiar 3 % de calorías de proteína animal con proteína vegetal disminuyó el riesgo total de muerte prematura.

De igual forma, el riesgo de muerte prematura disminuyó un 34 % si la gente comía menos carne roja procesada, un 12 % si comía menos carne roja no procesada, y 19 % si consumía un menor número de huevos.

Otra investigación, liderada por el departamento de Salud Johns Hopkins de Baltimore, en Estados Unidos, concluyó que las dietas basadas en plantas que reducen el aporte animal están asociadas a un menor riesgo de sufrir enfermedades vasculares.

“Nuestros resultados sugieren que los patrones dietéticos con alto consumo relativo de comidas vegetales y relativamente bajos de comidas animales puede conllevar beneficios para la salud cardiovascular”, afirma la investigación.

Son diversas las razones por las cuales la proteína vegetal puede generar efectos beneficiosos a la salud. Por ejemplo, contienen pocas grasas y, además, son insaturadas, ideales para proteger el sistema cardiovascular. También, contienen ácidos grasos esenciales como el omega 3 y 6.

Dadas sus características, los alimentos ricos en proteína vegetal ayudan a controlar el colesterol y mantienen la flora intestinal saludable gracias a su alto contenido en fibra. También son ricas en vitaminas del grupo B, vitamina C y flavonoides, que ayudan a la buena digestión y sirven para mantener el corazón, la piel, las articulaciones y el sistema nervioso sanos.

La proteína vegetal es más fácil de digerir, así que se ajusta a las necesidades de las personas con alergias o intolerancias alimenticias.

Algunos de los alimentos ricos en proteína vegetal son las legumbres y derivados como alubias, garbanzos, guisantes, lentejas y soja.

De igual forma, están cereales como el arroz, trigo, centeno, maíz, quinoa, amaranto, avena y productos derivados de ellos, como el pan, pastas y germen de trigo, entre otros. Los frutos secos, también se incluyen en este litado. Nueces, almendras, anacardos, cacahuetes y semillas de chía, sésamo y lino, aportan proteína vegetal.