Amanda Goff, también conocida como Samantha X, era periodista en revistas nacionales. A los 30 años de edad, la reportera decidió dejar su “vida normal” para convertirse en acompañante para hombres y mujeres.
Según manifestó Goff, su trabajo de acompañante “no se enfocaba en hacer shows privados, ir a clubes clandestinos o intimar con diferentes personas en lugares secretos. El servicio de la profesional consistía en servir como novia, lo cual significó escuchar, apoyar y guiar a otras personas”.
Tras su experiencia, Samantha X, nombre artístico de Goff, escribió dos libros superventas sobre su viaje y terminó dirigiendo su propia agencia de acompañantes para mujeres maduras.
Debido a esta trayectoria, la empresaria publicó algunas razones principales por las que los hombres engañan, con tres descargos de responsabilidad: no todos los hombres, no todos los matrimonios y nunca es tu culpa.
Estas razones son:
1. Tener a alguien con quien hablar
De acuerdo con Samantha X, a los hombres les gusta hablar. Estos son emocionales y extremadamente vulnerables.
En muchas de sus experiencias le han confesado que están demasiado asustados para ser vulnerables en casa y, en cambio, sienten que necesitan ser los ‘fuertes’.
Para Woff, a los hombres les preocupa que le causen un estrés excesivo si se quejan de sus problemas. En muchas ocasiones le han manifestado que se sienten inseguros de exponer por qué eligieron pagar miles de dólares a una acompañante en lugar de ver a un consejero, pues para muchas personas resulta desconcertante.
La respuesta de varios hombres coincidió en que “no desean ser juzgados”.
2. Las personas extrañan los juegos previos.
De acuerdo con Samantha X, “no es necesario que los hombres digan que el sexo es lo último en lo que piensan cuando estás casados” y que en su lugar aseguren que prefieren tomar una taza de té. Para la experta, “los hombres desean secretamente pasar horas en la cama”.
Cuando el hombre realmente manifiesta este tipo de deseos, las mujeres suelen rechazarlos en varias ocasiones y muchos de ellos aseguran extrañar los juegos previos (darle placer, no al revés) y no siempre quieren que todo termine antes de que puedas decir ‘pásame los controles del televisor’.
3. Anteriormente, hombres y mujeres tuvieron una aventura.
Amanda Goff aseguró que cuando se trata de hacer trampa, las mujeres siempre culpan a los hombres.
La experta manifiesta que esta afirmación es incorrecta, pues “son ellos los que quedan atrapados”. De hecho, la mujer relató el caso de un hombre casado de 50 años, quien pasó dos horas sentado en la cama completamente vestido, tambaleándose por su esposa que acababa de irse con su entrenador personal.
Otro caso comentado por Goff corresponde a un hombre que quedó conmocionado después de que su esposa lo abandonara a él y a sus hijos. Entre lágrimas el hombre le relató a la experta que “ni siquiera sabía cómo hervir un huevo”.
Por este tipo de casos, la acompañante relató que “mientras que una esposa puede hacer la vista gorda ante el desliz de su esposo, los hombres no lo harán”. Lo anterior, debido a que su ego no lo permitirá. Si se quedan (y los hombres rara vez se van), lo verán como una luz verde para hacer lo que quieran, por lo que “renuncia”.
4. Ver a una escort no significa que el hombre no quiera a su esposa o novia
Según manifestó Amanda Goff, que un hombre tenga encuentros sociales con una ‘escort’ no significa que sea infiel, vea a otras mujeres y tenga aventuras con ellas.
La experta señaló que en estos casos, el hombre no desea dejar a su pareja actual por otra mujer, y ciertamente no quieren fugarse con una escolta.
Para Goff, los hombres simplemente necesitan espacios en los que puedan expresar sus inconformidades o pensamientos u otra mujer con quien no tengan ningún tipo de relación y así, “despejarse y aclarar su mente frente a las situaciones que viven día a día con sus actuales parejas”.