Las vitaminas son nutrientes que el cuerpo necesita en pequeñas cantidades para su funcionamiento, su mantenimiento y su crecimiento. Estas son sustancias orgánicas presentes en cantidades mínimas en todos los alimentos.
Normalmente, las fuentes de vitaminas están en los alimentos de origen vegetal y animal, y en los suplementos alimentarios, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Estas se agrupan en forma conjunta, no debido a que se relacionen químicamente, sino, porque como lo implica su nombre, son factores vitales en la dieta y porque todas se descubrieron en relación con las enfermedades que causan su carencia.
El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos también realizó una distinción entre vitaminas, pues as hay liposolubles (se disuelven en grasas y aceites) o hidrosolubles (se disuelven en agua). Las primeras se almacenan en los tejidos grasos del cuerpo, y las segundas salen a través de la orina.
Existen algunas vitaminas esenciales que el cuerpo necesita para funcionar de manera apropiada. Algunas de ellas, son:
Vitamina D
Esta ayuda al cuerpo a utilizar el calcio y el fósforo para el fortalecimiento de los huesos y los dientes. Es importante para el movimiento de los músculos y para que los nervios transmitan mensajes entre el cerebro y otras partes del cuerpo.
Este nutriente lo produce la piel a ser expuesta a los rayos solares y también puede obtenerse a través de la alimentación diaria. Los pescados grasos como la trucha el salmón, el atún y la caballa son fuentes naturales de este nutriente.
Hierro
El cuerpo utiliza el hierro para fabricar la hemoglobina, una proteína de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno de los pulmones a distintas partes del cuerpo; además, también utiliza la mioglobina, una proteína que suministra oxígeno a los músculos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (NIH por sus siglas en inglés), el hierro es un mineral necesario para el crecimiento, el desarrollo del organismo, la fabricación de hormonas y el tejido conectivo.
El Instituto señaló que se puede obtener las cantidades recomendadas de hierro mediante el consumo de una variedad de alimentos, entre ellos: carnes magras, mariscos y aves; cereales para el desayuno y panes fortificados con hierro.
Vitamina A
La vitamina A, también llamada retinol o antixeroftálmica, es un componente liposoluble que se almacena en el hígado. “Es importante para la visión normal, el sistema inmunitario y la reproducción. Además, la vitamina A ayuda al buen funcionamiento del corazón, los pulmones, los riñones y otros órganos”, explicó el INH.
Medline Plus listó algunos alimentos que tienen los niveles más altos de vitamina A, entre los que están el hígado de res y otras vísceras, algunos tipos de pescado como el arenque, huevos, productos lácteos como queso, brócoli, espinaca y la mayoría de los vegetales de hoja verde oscuro.
Potasio
El organismo necesita potasio para casi todo su funcionamiento, incluso para el buen funcionamiento del riñón y del corazón, la contracción muscular y la transmisión nerviosa.
Este mineral también permite que los nutrientes fluyan a las células y a expulsar los desechos de estas. Una dieta rica en potasio ayuda a contrarrestar algunos de los efectos nocivos del sodio sobre la presión arterial.
Entre las comidas que contienen potasio, según el portal Saber Vivir, están los pistachos, la soja, la papa, el yogur natural, el aguacate, entre otros.
Vitamina B12
La vitamina B12 es importante para la salud de las neuronas y de la sangre. Asimismo, ayuda a la formación del ADN y a la prevención de la anemia. Muchos alimentos de origen animal se caracterizan por tener vitamina B12. Algunos de estos son:
- Pescado, carne, carne de aves, huevos, leche y otros productos lácteos contienen vitamina B12.
- Almejas e hígado de res.
- Algunos cereales para el desayuno, las levaduras nutricionales y otros productos alimenticios fortificados con vitamina B12 agregada.