Para nadie es un secreto que llevar una dieta equilibrada, sana y variada ayuda a sentirse bien y tener buena energía. Sin embargo, existe un compilado de vitaminas que no pueden faltar en la alimentación para mantener la salud y belleza de pies a cabeza.
Vitamina A: Defensa solar
Esta vitamina previene el daño celular y el envejecimiento prematuro de la piel, ya que protege contra la radiación ultravioleta e inhibe el crecimiento de las células cancerosas.
Asimismo, es imprescindible, porque prepara la piel reforzándola frente al sol y ayuda a activar el bronceado y que permite que este sea más intenso y duradero.
La vitamina A, se encuentra en las espinacas y otros alimentos de hoja verde. Los betacarotenos se convierten una vez se ingieren, ya que son fácilmente reconocibles, debido a que están presentes en la mayoría de alimentos como la zanahoria, tomates.
Vitamina B5: La más hidratante
A esta vitamina, también conocida como ácido pantoténico, entre sus propiedades de belleza, se encuentra la capacidad que tiene para hidratar la piel y la suavidad que aporta.
Además, puede prevenir las arrugas y el envejecimiento y ayuda a la aceleración en curaciones en las heridas o quemaduras.
Esta vitamina se encuentra en mayor medida en la yema de huevo, alimentos de casquería como el hígado y los riñones. De igual manera, se encuentra en los cereales enteros, legumbres, leche y derivados, en los champiñones.
Vitamina B7: Densidad capilar
Esta también es conocida como biotina y es la responsable de un cabello, uñas y piel sanas, es por eso que ayuda al crecimiento del cabello y lo nutre. Asimismo, diferentes estudios han confirmado que también mejora las imperfecciones y el acné.
Los alimentos que son ricos en biotina son las frambuesas, las legumbres, la yema del huevo, las nueces, la cebada, el salmón o los plátanos.
Vitamina B12: Buen tono
La vitamina B12 es responsable de la formación de glóbulos rojos y es considerada una vitamina antienvejecimiento. Además, destaca por regular la pigmentación de la piel e iluminarla unificando el tono. No obstante, fumadoras, bebedoras y veganas, necesitan una dosis más alta de esta vitamina.
Los alimentos que contienen vitamina B12, son la levadura de cerveza, las sardinas, el marisco, el caviar y el hígado.
Vitamina C: Luminosidad y firmeza
Además de sus propiedades antioxidantes, se trata de una vitamina esencial que el cuerpo necesita para la construcción y mantenimiento de los tejidos, ya que estimula la síntesis de colágeno y aumenta su luminosidad.
Las frutas son las que contienen más vitamina C y entre ellos destaca el kiwi, el caqui, la papaya y la fresa. Asimismo, entre las hortalizas y verduras, destacan especialmente el brócoli, el pimiento rojo y las coles de bruselas. Las hierbas aromáticas como el tomillo o el perejil son ricas en vitamina C.
Vitamina D: Antioxidante
La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio para que los huesos y los dientes estén sanos y fuertes. Sin embargo, es un potente antioxidante, superior a la vitamina E en cuanto a la reducción de grasas y estimula enzimas que protegen frente a la oxidación.
El cuerpo produce vitamina D cuando la piel se expone directamente al sol. Asimismo, en los alimentos se encuentran, en los lácteos, pescados azules y cereales, con el fin de satisfacer las necesidades diarias de vitamina D.
Vitamina E: Efecto antiedad
Esta vitamina es un potente antioxidante capaz de neutralizar el daño producido por los radicales libres. Además, es la mejor opción a la hora de luchar contra la polución ambiental y combatiendo las arrugas, ya que disminuye el envejecimiento de las células y preservando el colágeno. De igual forma, acelera la curación en cicatrices.
La vitamina E se encuentra en alimentos como aceites vegetales y en alimentos como semillas de girasol, almendras, nueces, aceitunas o verduras de hojas.
Vitamina K: Reduce las ojeras
La vitamina K ayuda descongestionar la piel activando de esa forma la circulación, lo que permite reducir las bolsas y las ojeras.
Esta vitamina se encuentra en hierbas frescas como lo albahaca y la salvia, también se encuentra en la lechuga, acelga, espinaca y repollo.