Las vitaminas son nutrientes que el cuerpo necesita en pequeñas cantidades para su funcionamiento, su mantenimiento y crecimiento. Normalmente, las fuentes de vitaminas están en los alimentos de origen vegetal y animal, y en los suplementos alimentarios.
Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, las vitaminas son solubles en grasas (se disuelven en grasas y aceites) o solubles en agua (se disuelven en agua). Las primeras se almacenan en los tejidos grasos del cuerpo y las segundas salen a través de la orina.
Las vitaminas se agrupan en forma conjunta, no debido a que se relacionen químicamente o porque tengan funciones fisiológicas semejantes, sino debido, como lo implica su nombre, a que son factores vitales en la dieta y porque todas se descubrieron en relación con las enfermedades que causan su carencia.
Por ejemplo, según el portal especializado Mejor con Salud, hay un grupo de vitaminas que pueden contribuir al fortalecimiento de los cartílagos y las articulaciones. Entre ellas, están:
1. Vitamina C: esta fortalece el sistema óseo, además tiene un alto contenido de antioxidantes que ayudan a mejorar las defensas del organismo y a aumentar la producción de colágeno. Gracias a esto, la circulación de la sangre mejora, lo cual acelera el proceso de curación de las lesiones y también regenera el tejido fibroso del cartílago. Algunos alimentos que contienen este compuesto son la piña, la naranja, el tomate, la cebolla, entre otros.
2. Vitamina A: suele ser uno de los nutrientes más importantes para los tejidos del organismo, pues contiene características antioxidantes y elimina los radicales libres que pueden dañar las células del cuerpo. Entre los alimentos que la contienen están el hígado, los huevos, los productos lácteos, el melón, el brócoli, entre otros.
3. Vitamina D: es indispensable para la formación de los huesos, además ayuda a que su tejido se fortalezca. Según apunta MedlinePlus, la vitamina D tiene un papel fundamental ya que contribuye a que el cuerpo absorba el calcio. Es posible obtener esta vitamina a través de la exposición al sol durante 15 a 20 minutos tomando las precauciones necesarias para el cuidado de la piel.
Cabe resaltar que existen algunas malas prácticas que pueden llevar a dañar o incrementar los dolores en estas partes del cuerpo que son clave para poder realizar todo tipo de movimientos.
Una de ellas es la ingesta de una mala alimentación. Un consumo elevado de alimentos ricos en grasas es una de las principales causas que provocan daño en el organismo, especialmente en los huesos. Porque puede promover déficit de nutrientes esenciales y además, otros problemas de salud, como la obesidad, asegura el portal Mejor con Salud.
Según esta misma fuente, las personas que consumen alcohol en exceso son propensas a tener problemas de obesidad y, por ende, problemas óseos. Además, este tipo de bebidas causan inflamación y dolor en las articulaciones en personas intolerantes a la histamina, una sustancia que afecta a los tejidos blandos en dichas circunstancias.
Así mismo, de acuerdo con la American Academy of Orthopaedic Surgeons, el consumo de tabaco es otro de los hábitos que pueden dañar las articulaciones.
Fumar aumenta el riesgo de padecer osteoporosis, reduce el aporte de oxígeno a los huesos y tejidos del cuerpo, dificulta la cicatrización de heridas y consolidación de fracturas, perjudica la absorción del calcio de la dieta y descompone el estrógeno.
Otras prácticas que pueden afectar de forma negativa las articulaciones están relacionadas con el uso de calzado ajustado, cargar bolsos pesados, utilizar tacones altos y usar los músculos de manera inadecuada.