Con el paso de los años van llegando cada vez más afecciones que atacan diferentes órganos y los huesos; por ello, para que las personas se mantengan fuertes a medida que llega la vejez, es necesario que exista una dieta alimenticia basada en nutrientes, minerales y demás suplementos.

En este sentido, una de las enfermedades que empieza a complicar la salud cuando se sobrepasan los 40 años es la osteoporosis, cuyo mecanismo es debilitar y hacer frágiles a los huesos, haciendo que las personas sean más propensas a sufrir fracturas.

Por eso, es de vital importancia que los individuos tomen cartas en el asunto y empiecen lo más antes posible a consumir alimentos ricos en vitaminas y proteínas para fortalecer los huesos y evitar futuras afecciones.

Para realizar este fortalecimiento se debe llevar una dieta rígida que consista en ingerir todos aquellos productos que presentan un alto contenido en calcio, vitamina D, vitamina A, magnesio y vitamina K.

Con respecto a lo anterior, el portal El Español recomienda una serie de alimentos que contienen las vitaminas y los minerales mencionados. Si estos productos naturales se ingieren de forma constante, los huesos se van a ver altamente beneficiados.

Las acelgas y las espinacas son vegetales ricos en vitamina K y minerales como fósforo, fibra soluble, ácidos grasos omega 3, flavonoides y betacaroteno. Las ciruelas también son ricas en esta vitamina y ayudan a mejorar el tracto intestinal. Los dátiles tienen un alto contenido de vitaminas A, C y E, algunas del grupo B, la misma vitamina K, la riboflavina y el ácido fólico.

Asimismo, las nueces son una gran fuente de magnesio y ayudan a mantener una masa ósea fuerte. El yogur natural es rico en calcio y le proporciona al cuerpo dosis dobles de este mineral. Por último, figuran los huevos, que, al ayudar a la síntesis del colágeno, facilita que se tenga un óptimo estado óseo.

¿Qué pasa si hay deficiencia de esta vitamina?

Según los Institutos Nacionales de Salud, el cuerpo almacena entre 1.000 y 2.000 veces la cantidad de vitamina B12 que se ingiere en un día. Por este motivo, los síntomas de deficiencia de vitamina B12 pueden tardar varios años en manifestarse.

Cuando el organismo no cuenta con las cantidades adecuadas de este nutriente, es posible que la persona se sienta cansada o débil. “Estos son síntomas de la anemia megaloblástica, que es característica de la deficiencia de vitamina B12″, precisa la citada fuente.

Adicionalmente, es muy común que la persona tenga la piel pálida, presente palpitaciones, tenga pérdida de apetito o se enfrente a una baja de peso e infertilidad. Otra de las manifestaciones es que las manos y los pies pueden presentar adormecimiento u hormigueo, lo cual es un signo de problemas de los nervios.

Otros síntomas de la deficiencia de vitamina B12 son problemas de equilibrio, depresión, confusión, demencia, mala memoria y ulceraciones en la boca o en la lengua.

De acuerdo con los especialistas, en los bebés, los signos de una deficiencia de vitamina B12 incluyen retraso en el crecimiento, demoras en alcanzar los hitos característicos del desarrollo y anemia megaloblástica.

Si bien no es muy normal que se presente, la deficiencia de esta vitamina en el organismo también puede causar daños en el sistema nervioso, incluso en personas que no tienen anemia megaloblástica. Por eso, es importante tratar cualquier deficiencia lo antes posible y en caso de presentar algunos de estos síntomas, lo mejor siempre es recurrir al médico para que indique el tratamiento correspondiente.