Los cuidados de la piel son fundamentales, ya que es el órgano externo más grande del cuerpo y protege las capas internas del mundo exterior. Por ello, requiere cuidados diarios para mantener un estado óptimo, tanto de salud como estético.
La piel también se encarga de proteger al organismo de factores externos como bacterias o cambios en la temperatura y es el órgano más expuesto a bacterias u otros agentes externos, según explica MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Así mismo, la piel tiene terminaciones nerviosas que permiten estimular las sensaciones dolorosas o agradables. También posee cualidades insuperables en cuanto a impermeabilidad, autorreparación, autolubricación y eliminación de residuos.
La exposición prolongada y sin protección a los rayos de sol, la falta de hidratación e incluso una mala alimentación incrementan la probabilidad de desarrollar afecciones en la piel. Además, con los años, la piel se pone más delgada, pierde grasa y ya no se ve tan sana y lisa como antes.
Esos mismos factores pueden causar resequedad en la piel, dándole un aspecto poco saludable. Para algunas personas esto puede ser un problema estético, por lo que acuden a diferentes métodos que ayuden a hidratarla a profundidad.
Entre dichos métodos está el conocer aquellas vitaminas que fundamentales para que la piel permanezca hidratada. De hecho, la revista especializada unCOMO, publicada a través del portal Mundo Deportivo, explicó cuáles pueden hacer falta en el cuerpo cuando la piel se torna seca:
Vitamina C
Es un nutriente esencial para la salud en general y para la piel. Contribuye a la reparación de los tejidos, fortalece el sistema inmunológico y es esencial para muchos de los procesos enzimáticos del cuerpo que mantienen sanas a las personas, además de ser un potente antioxidante.
Esta vitamina se obtiene a través de algunos alimentos como las frutas cítricas, por ejemplo: naranjas, mandarinas, toronjas y de otras como el kiwi, fresas y melones; además de verduras como el brócoli y los tomates, porque el cuerpo no la produce.
Vitamina A
La vitamina A es una de las más importantes para la piel. Esta es una de las vitaminas que el cuerpo no es capaz de producir por sí solo; por esta razón, se debe incluir en la dieta de alimentos que la contienen, o en algún producto estético para el cuidado de la piel.
Esta le proporciona a la piel la protección necesaria ante la radiación solar, inhibiendo el crecimiento de ciertas células. “También ayuda a combatir enfermedades como el acné, la psoriasis y la sequedad, al brindarle hidratación y elasticidad”, según destaca un estudio realizado por el Bombay College of Pharmacy (India), citado por Mejor con salud.
Se puede encontrar en alimentos como mango, zanahoria, tomates, calabaza y hojas verdes (espinaca, lechuga, coliflor), que son ricos en vitamina A y se recomienda su consumo para el cuidado de la piel.
Vitamina E
Uno de los aliados de la belleza es la vitamina E. Sus diferentes componentes aportan muchos beneficios para el cuerpo y para la piel. Mayo Clinic explica algunas de las funciones que cumple la vitamina E y entre los beneficios que aporta al organismo están el proteger los tejidos corporales, como la piel.
En la dieta balanceada es importante incluir alimentos ricos en vitamina E, debido a que es un nutriente que es sustancial para la visión, el cerebro y la piel.
Algunos alimentos ricos en esta vitamina son los aceites vegetales de maíz (aceites de germen de trigo, girasol, cártamo, maíz y soya), las semillas de girasol y las hortalizas verdes (espinaca y brócoli).