Los profesionales de la salud de manera frecuente insisten en llevar hábitos saludables a lo largo de la vida con el fin de prevenir enfermedades a corto, mediano y largo plazo. Entre los hábitos más frecuentes está llevar una alimentación sana y equilibrada que contenga alimentos de todos los grupos, las porciones variarán dependiendo de la edad, el peso y la estatura de las personas; por eso, lo mejor consultar con un nutricionista para que diseñe el plan de alimentación adecuado para cada persona.
Adicional a la alimentación se encuentra dormir el número de horas adecuadas durante la noche de acuerdo a la edad, reducir los niveles de tensión y estrés, y practicar actividad física o algún deporte con frecuencia.
Uno de los órganos que más se ven afectados a lo largo de la vida son los riñones. La mayoría de los seres humanos nacen con dos riñones, cada uno del tamaño de su puño, la función principal de estos órganos es filtrar la sangre; además, eliminan los desechos y el exceso de agua, presentes en el organismo, por medio de lo que se conoce como orina. También mantiene el equilibrio químico del cuerpo, controla la presión arterial y produce hormonas.
Uno de los padecimientos más frecuentes que surgen dentro de este órgano es cuando pequeñas piedras se localizan dentro de ellos.
El portal de salud y medicina de la Biblioteca de Estados Unidos, Medline Plus, explica que las piedras o cálculos en los riñones son piezas de materiales sólidos que se forman en este órgano, cuando en la orina hay presencia de determinadas sustancias nocivas.
Las piedras pueden ser de diversos tamaños; sin embargo, la más grande llega a alcanzar el tamaño de una perla. Estas se eliminan, en su mayoría, sin ningún procedimiento médico y por medio de la orina. Aunque en algunos casos estas se atoran en las vías urinarias, impidiendo la libre circulación de la orina y causando un intenso dolor. Cuando el tema se agudiza, el profesional puede intervenir de manera quirúrgica para extraerlas.
Por otra parte, cuando hay una insuficiencia renal crónica, los pacientes requieren de algo que se conoce como diálisis, esto surge cuando “los riñones están dañados y no pueden filtrar la sangre como deberían. Este daño puede ocasionar que los desechos se acumulen en el cuerpo y causen otros problemas que podrían perjudicar su salud. La diabetes y la hipertensión arterial son las causas más comunes de enfermedad renal crónica”.
Una reciente investigación en la que participaron diversos profesionales de la salud de la Universidad de Granada, España, determinó que la insuficiencia renal puede surgir en un paciente ante la falta de determinadas vitaminas y nutrientes dentro de su organismo.
“Durante la insuficiencia renal crónica ocurren cambios metabólicos, bioquímicos y hormonales que suelen ir acompañados frecuentemente de estados de malnutrición. En pacientes en prediálisis, conocer el estado nutricional en vitaminas hidrosolubles como la tiamina, riboflavina, piridoxina, cianocobalamina y ácido fólico cobra cada vez más importancia, ya que algunas de las manifestaciones de la insuficiencia renal crónica podrían deberse a la deficiencia de algunas de estas vitaminas hidrosolubles”.
De allí surge la importancia de tener llevar una dieta sana y equilibrada y de involucrar la mayoría de alimentos recomendados por los profesionales de la salud para obtener los beneficios y nutrientes de la mayoría; sin embargo, es importante mencionar que estas patologías pueden surgir por otras causas, como las genéticas y es allí donde un profesional de la salud entrara a validar las reales causas de la patología que esté afectando a los riñones.