Los cartílagos son uno los tejidos que protegen las articulaciones y otras partes del cuerpo como el tabique o el oído externo, este tejido permite que los huesos se muevan sin la necesidad de generar un daño entre sí debido a las rozaduras que pueden existir.
Si el cartílago llega a dañarse o a reducirse considerablemente, los huesos pueden sufrir graves daños que pueden terminar en los peores casos con limitar la movilidad de las personas producto a los fuertes dolores que genera la rozadura de los huesos sin este esencial tejido.
Entre los factores que pueden contribuir al daño del cartílago se encuentran los ejercicios de alto impacto o el exceso de actividad física, así como naturalmente debido a la edad se pueden ir dañando a lo largo de los años.
Según explica un estudio de la Sociedad Radiológica de América del Norte, el 74 por ciento de los adultos entre los 45 y 55 años han padecido algún desgaste del tejido que recubre las articulaciones. Debido a esto, los médicos expertos recomiendan mantener una dieta rica en algunas vitaminas y minerales que contribuyen a fortalecer los cartílagos y los huesos.
Entre la sintomatología más frecuente al momento de padecer alguna lesión o daño en los cartílagos son:
- Dolor en la rodilla.
- Limitación del movimiento de la zona.
- Deformidad.
- Inflamación.
- Enrojecimiento.
Una de las principales y más importantes vitaminas en la A, la cual es uno de los componentes que debido a sus propiedades antioxidantes llega a eliminar los radicales libres, que son los encargados de dañar las células del cuerpo y por ende, las articulaciones.
Según describe el portal Mejor con Salud, algunos de los alimentos más ricos con vitamina A son, “El aceite de bacalao, el hígado, los riñones, los huevos, todos los productos lácteos, entre otros, los pimientos, el melón, los tomates, el brócoli, las batatas, los damascos, las toronjas, las zanahorias, la calabaza y prácticamente todas las verduras.”
Así mismo, la vitamina C contribuye en la reparación y la regeneración de estos tejidos. Sumado a que es principal fuente para la producción de colágeno, proteína la cual se encarga de formar los ligamentos, cartílagos, tendones y venas. Cabe resaltar que esta vitamina el organismo no la mantiene almacenada, por lo que se debe reponer todos los días. Las frutas cítricas como la naranja, piña o el melón, papaya, guayabas son algunas de las frutas que más contienen dentro de sus nutrientes esta vitamina.
Por otro lado, la vitamina D que se almacena en el tejido adiposo, contribuye a la formación de huesos y de los cartílagos. Según explica la revista Therapeutic advances in endocrinology and metabolism, en una investigación realizada en el 2012, “la falta de vitamina D es frecuente en pacientes con artritis reumatoide (AR); además, se asocia con la aparición de dolor musculoesquelético.”
Una de las maneras más naturales de obtener la vitamina D es tomar el sol con sus respectivos cuidados, así como mediante algunos suplementos y alimentos como el pescado, los alimentos fortificados como la leche o los cereales.
¿Qué se puede tomar para regenerar el cartílago de la rodilla?
Artículos de la Clínica Universidad de Navarra explican que la alimentación equilibrada desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la salud articular. Una dieta rica en nutrientes esenciales como la vitamina C, vitamina D, calcio y omega-3 puede contribuir a la salud del cartílago. Incluir alimentos como pescado graso, frutas y verduras vibrantes, nueces, semillas y productos lácteos bajos en grasa puede ser beneficioso para las articulaciones.
El uso de suplementos nutricionales como la glucosamina y la condroitina ha sido vinculado con mejoras en la salud del cartílago. No obstante, es crucial consultar a un profesional de la salud antes de incorporar cualquier suplemento a la dieta.
El compromiso con la actividad física regular es esencial para mantener la flexibilidad y fortaleza en las articulaciones. Se recomiendan ejercicios de bajo impacto, como natación, ciclismo y yoga, para preservar la salud de las rodillas a largo plazo.
Mantener un peso corporal saludable es fundamental para reducir la presión adicional en las rodillas y minimizar el desgaste del cartílago. Mantener un peso adecuado puede aliviar la carga sobre las articulaciones y reducir el riesgo de problemas en el cartílago.