El laurel es una planta mediterránea que tiene muchas propiedades y su nombre científico es Laurus nobilis. Además, según un estudio publicado en la revista Food Chemistry, esta planta previenen la acidez y la formación de gases por las sustancias que contiene.

Asimismo, tiene propiedades bactericidas, antisépticos, expectorantes y antiinflamatorios. También, es ideal para reducir el ácido úrico.

Sobre la misma línea, la planta es buena para regular el flujo menstrual y actúa como un estimulante en casos de fatiga, ya que reactiva el tono muscular. Adicionalmente, alivia las infecciones bucales, reduce el estrés y la ansiedad y también es antirreumática.

De igual manera, esta planta se puede usar para resolver problemas respiratorios, así como la expulsión de las flemas y para aliviar la tos.

La primera opción son los vahos, que de acuerdo con el portal Mejor con salud pueden ayudar a eliminar la mucosidad si se está congestionado. Aunque la humedad alivia los síntomas, se cree que algunos compuestos de las hojas de laurel aportan.

Para prepararlo, se requieren dos tazas o 500 mililitros de agua y seis hojas de laurel o cinco gotas de aceite de laurel.

Posteriormente, se debe hervir el agua, y cuando llegue al punto de ebullición, se debe retirar del fuego y agregar la planta o el aceite. Se pone el producto en un bol, se cubre la cabeza con una toalla hasta que se pueda inhalar el vapor. Se debe repetir tantas veces como sea necesario.

Hay que señalar que, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Estados Unidos, las hierbas medicinales (o remedios herbales) son plantas usadas como medicamento. Las personas las usan para ayudar a prevenir o curar una enfermedad. Las usan para aliviar síntomas, incrementar la energía, relajarse o perder peso. Sin embargo, las hierbas no son reguladas ni probadas como los medicamentos.

Además, estas son un tipo de suplemento alimentario, pero no son medicamentos y estos son algunos datos que la biblioteca reveló y señaló que las personas debe saber acerca de las hierbas medicinales:

  • No son reguladas como los medicamentos.
  • No necesitan someterse a estrictas pruebas antes de venderse.
  • Es posible que no funcionen como se anuncia.
  • Las etiquetas no necesitan aprobación. Podrían no mostrar la cantidad correcta de un ingrediente.
  • Algunas hierbas medicinales pueden contener ingredientes o contaminantes no mencionados en la etiqueta.

En consecuencia, muchas personas creen que usar plantas para tratar una enfermedad es más seguro que tomar un medicamento. De hecho, las personas han estado usando plantas en medicina popular durante cientos de años. Por lo tanto, es fácil ver el atractivo. Aunque “natural” no quiere decir seguro. A menos que se tomen de la manera indicada, algunas hierbas pueden interactuar con otros medicamentos o ser tóxicas en dosis altas. También, pueden causar efectos secundarios.

Cómo elegir y usar hierbas medicinales de manera segura

  • Ponga atención a las afirmaciones hechas acerca del producto. ¿Cómo se describe el producto? ¿Es una píldora “milagrosa” que “desaparece” la grasa? ¿Funcionará más rápido que el cuidado normal? ¿Es un secreto que su proveedor de atención médica y las compañías aseguradoras no quieren que sepa? Tales declaraciones son señales de alerta. Si algo es demasiado bueno para ser cierto, probablemente no lo sea.
  • Recuerde que las “historias de la vida real” no son pruebas científicas. Muchos productos se promueven con historias de la vida real. Incluso si la cita viene de un proveedor, no hay pruebas de que otra persona puede tener los mismos resultados.
  • No le dé suplementos herbales a los niños ni los use si tiene más de 65 años de edad. Hable primero con su proveedor.
  • No use remedios herbales sin hablar primero con su proveedor si está tomando cualquier medicamento.
  • No los use si va a tener una cirugía.
  • Siempre dígale a su proveedor sobre los remedios herbales que use. Pueden afectar los medicamentos que toma, así como el tratamiento que recibe.