Con la nueva tendencia de reducir el consumo de los lácteos en nuestro diario vivir, la leche de avena es una de las leches vegetales más populares que, con el tiempo, se ha convertido en uno de los productos más saludables para el sistema digestivo.

Esta bebida vegetal, derivada de la avena, contiene un alto contenido de hidratos de carbono y fibra, y ácidos grados como el omega 6, el cual ayuda a mantener los niveles del colesterol.

Desde el punto de vista nutricional, aunque la leche de avena no aporte tanta proteína o calcio como la leche de vaca, sí ofrece fibra prebiótica, magnesio y vitaminas del grupo B.

¿Cómo se prepara la leche de avena casera?

Ingredientes

  • 1 taza de avena en hojuelas
  • 1 litro de agua fría
  • 1 cucharada de miel (opcional)
  • Una pizca de sal (opcional)

Preparación:

  • Mezclar la avena y el agua en una recipiente.
  • Dejar en remojo esta mezcla a temperatura ambiente durante una hora. Hay a quienes les gusta dejarla toda la noche para hacerla más digerible y exprimir al máximo sus propiedades nutritivas.
  • Luego se debe escurrir la avena, desechar el agua sobrante y lavar con agua.
  • Después se debe licuar la avena con un litro de agua. Aquí puede agregar la sal o los endulzantes si lo desea.
  • Dejar licuar la mezcla a alta velocidad hasta que se vea suave y cremosa. El truco es que entre mas tiempo se licúe, más espesa irá quedando la mezcla.
  • Finalmente, se debe colar la mezcla en una coladera de malla fina. Si se quiere una leche extra untuosa, después de desechar la pulpa de la avena, se puede colar por segunda vez. Es importante tener en cuenta que la leche de avena de debe conservar únicamente hasta cinco días en el refrigerador.

Beneficios de la leche de avena

Combate el estreñimiento: este producto es muy útil para regular la flora intestinal debido a su gran aporte de fibra vegetal. Se recomienda consumirla por la mañana a la hora del desayuno.

Regula los niveles de azúcar: las personas con diabetes son las principales beneficiadas de la leche de avena, ya que controla la glucosa en la sangre.

Reduce los problemas de colesterol: la leche de avena puede reducir el colesterol malo (LDL) y los triglicéridos, gracias a las dosis de grasa insaturadas que contiene.

Evita la indigestión: muchas personas que consumen leche de vaca tienen problemas gástricos o estomacales, es por ello que la leche de avena es ideal para dichas personas ya que es más fácil de que el organismo la digiera.

Protege el sistema nervioso: este producto beneficia a las personas con crisis de nerviosismo, ansiedad y estrés, ya que sacia el apetito y contribuye a la calma.

Leche de avena | Foto: Getty Images

Mejora la condición de los músculos y los huesos: al realizar ejercicio físico, la leche de avena ayuda a prevenir la aparición de calambres. Así mismo, si se realizar una actividad mecánica que desgaste alguna parte del cuerpo, este producto ayuda a reducir la contracturas musculares.

Ayuda a bajar de peso: la leche de avena funciona como regulador del apetito gracias a su propiedad de saciedad, evita el consumo de alimentos a deshoras.

Previene problemas de tiroides: esta leche vegetal ayuda a controlar el funcionamiento de esta glándula gracias a su concentración de yodo.

Previene la aparición del asma: según un estudio realizado en British Journal of Nutricion, la introducción temprana de la avena en la dieta de los niños, reduce el riesgo de que desarrollen asma de tipo persistente.

Aumenta la energía: debido a su alto contenido de carbohidratos, la leche de avena permite comenzar el día con mucha más energía.