La leche proporciona nutrientes esenciales y es una fuente importante de energía alimentaria, proteínas de alta calidad y grasas, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Asimismo, la leche puede contribuir considerablemente a la ingestión necesaria de nutrientes como el calcio, magnesio, selenio, riboflavina, vitamina B12 y ácido pantoténico.
De igual forma, la leche ayuda a que los huesos y los dientes se fortalezcan por el calcio que contiene.
Sobre la misma línea, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde reveló que el consumo de leche proporciona los siguientes beneficios para la salud:
- Favorecer el crecimiento de los músculos, por ser rico en proteínas;
- Mejorar la flora intestinal, por contener oligosacáridos, nutrientes que son consumidos por las bacterias benéficas del intestino;
- Mejorar el funcionamiento del sistema nervioso, por ser rico en vitaminas del complejo B y en Omega-3;
- Ayudar a controlar la presión alta y disminuir el riesgo de infarto, por ser rico en aminoácidos con propiedades antihipertensivas”.
Por su parte, al igual que los demás tipos de alimentos, la leche y los productos lácteos pueden provocar enfermedades por factores como la contaminación y el crecimiento de patógenos, los aditivos químicos, la contaminación ambiental y la descomposición de los nutrientes que pueden afectar la calidad de la leche.
Esta bebida puede contener microorganismos nocivos como salmonella, escherichia coli O157:H7, listeria monocytogenes, staphylococcus aureus, yersinia enterocolitica, bacillus cereus, clostridium botulinum, mycobacterium bovis, brucella abortus y brucella melitensis.
Además, hay personas que son intolerantes a la lactosa y esto sucede cuando el intestino delgado no produce una enzima llamada lactasa para digerir la lactosa. Los síntomas se presentan frecuentemente de 30 minutos a 2 horas después de consumir productos lácteos y estos pueden ser peores cuando se consumen grandes cantidades. En consecuencia, los síntomas incluyen: distensión abdominal, cólicos abdominales, diarrea, gases (flatulencia) o náuseas y por ello los intolerantes a la lactosa deberían evitar su consumo. Además, la leche de vaca no debe ser consumida por niños menores de un año de edad.
Por tal razón, al igual que con cualquier alimento o suplemento que se quiera incluir en la dieta diaria, es importante consultar al médico tratante o a un nutricionista sobre cuál es la mejor manera de consumir, y si las condiciones médicas ya existentes no son un impedimento para beneficiarse de todas las propiedades de los alimentos ya nombrados, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Tipos y características, según la FAO
- La leche líquida es el producto lácteo más consumido, elaborado y comercializado. La leche líquida abarca productos como la leche pasteurizada, la leche desnatada, la leche normalizada, la leche reconstituida, la leche de larga conservación (UHT) y la leche enriquecida. El consumo de leche líquida en forma cruda está disminuyendo cada vez más en todo el mundo.
- Las leches fermentadas se utilizan frecuentemente para fabricar otros productos lácteos. Se obtiene de la fermentación de la leche utilizando microorganismos adecuados para llegar a un nivel deseado de acidez. Entre los productos fermentados figuran el yogur, kumis, entre otros.
- La leche condensada se obtiene de la eliminación parcial del agua de la leche entera o desnatada. La elaboración prevé el tratamiento térmico y la concentración. La leche condensada puede ser edulcorada o no edulcorada, pero la mayor parte es edulcorada.
- Las leches evaporadas se obtienen de la eliminación parcial del agua de la leche entera o desnatada. La elaboración prevé el tratamiento térmico para garantizar la estabilidad e inocuidad bacteriológica de la leche.
- La leche en polvo se obtiene de la deshidratación de la leche y generalmente se presenta en forma de polvo o gránulos.
Información nutricional por 100 ml de leche entera
- Energía: 60 kcals
- Proteínas: 3 g
- Grasas: 3 g
- Carbohidratos: 5 g
- Vitamina A: 31 mcg
- Vitamina B1: 0,04 mg
- Vitamina B2: 0,36 mg
- Sodio: 49 mg
- Calcio: 120 mg
- Potasio: 152 mg
- Fósforo: 93 mg