Este martes en Medellín, el presidente Iván Duque dio inicio a los pagos del Acuerdo de Punto Final, una iniciativa que busca saldar las deudas históricas entre los actores del sistema de salud. En medio del evento, el mandatario reflexionó sobre la importancia de generar condiciones de equidad en la salud para todos los colombianos y también garantizar la sostenibilidad financiera del sistema en salud. Entre otros puntos, el mandatario también hizo énfasis en que su gobierno respaldará la nueva ley que reconoce la remuneración de los residentes. "Si bien había salido antes de nuestra llegada, existía la idea de que el gobierno no iba a dar ese paso trascendental, pero quiero decirles con orgullo que ya firmamos el decreto y se le va a empezar a dar esa remuneración a los médicos residentes en el país", afirmó.  Hace unos días, se expidió la Resolución 1872 de 2019 con la cual los estudiantes de postgrados clínicos serán beneficiados con el pago de tres salarios mínimos legales mensuales vigentes. Si bien la Ley permite tres años de transición para su progresiva implementación, el Ministro de Salud, Juan Pablo Uribe, señaló que se está gestionando para lograr una cobertura total en el segundo semestre del 2020.  Durante décadas este ha sido un gran anhelo de los profesionales de la salud en Colombia. Para nadie es un secreto que ser médico en el país es difícil y en parte esto se debe a los altos costos que deben sufragar estar personas para su preparación académica. Según un estudio de la Universidad Nacional la tasa de retorno en una entidad pública es de 17 años y en una privada,  de 34 años. “Si lo miro desde lo económico es cero rentable ser médico”, dice Rafael Baquero, presidente del Colegio Médico. Si se añadía una residencia, recuperar la inversión era aún más difícil. La especialización de un profesional de la medicina era especialmente dura pues como debían trabajar para aprender. Y no solo eso.  Asumían matriculas muy altas para lograrlo. Para algunos esta situación era un ejemplo de dominación, esclavitud y explotación en donde varios actores se lucraban porque la falta de regulación. Pero eso está por terminar gracias a una legislación aprobada por el Congreso de la República, por inicativa del senador Jorge Iván Ospina (Alianza Verde), también médico de profesión. Se trata de la ley de Residencias que busca regular las matriculas para que su valor corresponda solamente a los costos mínimos administrativos y operativos del programa. Actualmente ningún residente recibe salario por el trabajo que realiza en las clínicas y hospitales  pese a que ofrecen servicios que las IPS facturan al sistema de salud, y en cambio deben pagar matrículas muy costosas que ascienden a los cuarenta millones de pesos anuales. Así las cosas, ser médico especialista en Colombia puede costar más de doscientos millones de pesos. Con la nueva ley, que acaba de ser sanciónada por el presidente, se espera que se abaraten estos estudios y que muchos médicos que antes no podían acceder a estos programas por el costo, se gradúen como especialistas. Esta decisión tendrá impactos no solo para los médicos sino para toda la sociedad. SEMANA.COM averiguó cuales son los principales puntos que debe saber para entender esta nueva ley.Lea también: Residentes: pagan por trabajar Los principales cambios La remuneración de los residentes: se estableció que los residentes recibirán tres salarios mínimos que estarán a cargo del estado. Para esto se creó un fondo que sería financiado con recursos públicos de la salud. “Estos pagos se harán con el reconocimiento de las prestaciones que establece la ley”, señala Carolina Corcho, miembro de la Gran Junta Médica. Regulación de matrículas: La ley prevé que la matricular se  reducirá a los mínimos costos administrativos y operativos. Esto  implica la prohibición de que los hospitales les cobren a las universidades recursos monetarios para que los residentes hagan sus rotaciones. Esta era una de las razones por las cuales estaban disparadas las matrículas. En otras palabras, los hospitales les cobraban a las universidades para que el residente fuera a trabajar. “Era inexplicable porque el residente aporta al hospital”, explica Corcho. . Los beneficios para los médicos Según Roberto Baquero H, Presidente de Colegio Médico Colombiano, el gran beneficio de la nueva norma es que asegura que los que quieran acceder a estas especializaciones no tengan como primera traba tener recursos económicos. “Todos sabemos que si ponemos como  rasero para hacer una especialización al dinero muy pocos tendrán la oportunidad”, dice.  Una investigación de la Universidad Nacional sobre cuánto vale ser  médico general en Colombia, mostró que la tasa de retorno en una universidad pública era de17 años y en una privada era de 34 años. “Si lo miro desde lo económico es cero rentable ser médico”. Si se añadía una residencia, recuperar la inversión era aún más difícil. “Muchos no podían”.Le podría interesar: “Se nos han ido más de 12.000 médicos”  El otro gran beneficio  es que quien se entrena se podrá dedicar a hacer su especialización porque tendrá la tranquilidad de que podrá pagarlo. Tal como estaban las cosas había una alta deserción debido a los costos. Como estos se reducirán, los estudiantes se podrían dedicarse a aprender. “Esto dignificará el ejercicio del personal que se entrena”, dice Baquero, puesto que ya el estudiante no tendrá que correr a trabajar para poder subsistir sino que podrá dedicarse a su especialización. El costo Según los cálculos, la universidad para un médico cuesta alrededor de 200 millones de pesos y esto incluye no solo la matricula sino los recursos para subsistir.  Una especialización estaría del orden de los 40 millones de pesos anuales. Con la nueva ley, esta cifra baja. “Los cálculos es que quedará entre 3 y 4 millones de pesos que se dan por costos administrativos, pero no es una matrícula”, dice Baquero. El impacto para la sociedad Los pacientes podrán esperar mejorar calidad de sus médicos. El alto costo de la especialización hacia que solo un grupo muy exclusivo lograra culminar sus estudios. Otros lo intentaban, pero tenían que desertar en el camino por falta de recursos. Es el caso de muchos médicos generales que no pudieron especializarse porque se les acabó el dinero.  “Eso bajaba el nivel porque restringía esa posibilidad al que tenía plata y no al mejor”, explica Baquero. Con la nueva ley se garantizará que habrá más especializados que ahora, con las nuevas condiciones, podrán cumplir más fácilmente con sus estudios. Así, estarán mejor preparados para atender a los pacientes colombianos. Habrá menos fuga de médicos que antes viajaban a otros países a especializarse y se quedaban en el exterior. El impacto para las universidades y hospitales Los hospitales argumentaban que los residentes les generaban gastos. Aunque esto es cierto, la ley logró que reconocieran que este estudiante, que es un médico graduado que les labora y les da productividad, tuviera un salario. “No tenía sentido que trabajara para la IPS y además le tuviera que pagar”. La ley logró quitar de tajo esa traba para que los médicos se puedan formar y desarrollar. Las universidades, por su parte, aceptaron solo cobrar por los costos administrativos de la residencia de sus estudiantes.  La calidad de las universidades también mejorará porque el interés no estará centrado “en el lucro y el negocio sino en la calidad de los programas”, dice Corcho. Los hospitales tendrán trabajadores que aportarán, como lo venían haciendo, pero con justicia social, gracias a que ahora estará remunerado. “el residente no es un trabajador  cualquiera, es un investigador que produce conocimiento”, dice Corcho.