Bajar de peso es el deseo de algunas personas, pero es importante comprender que no existen fórmulas mágicas para lograr el objetivo y que la única forma de hacerlo sin tener efectos secundarios como efecto rebote (se recupera rápidamente el peso perdido) o estancamiento (no se sube ni se baja de peso) es con constancia y dedicación.

No obstante, durante el proceso se pueden consumir bebidas que ayuden por sus beneficios, como lo es el licuado de avena, ya que este grano ayuda a procesar los alimentos en el sistema digestivo con mayor facilidad.

Además, porque un estudio del Centro de Investigación Biomédica de Pennington en el Estado de Luisiana, citado por El Milenio, señala que “la avena puede disminuir las ganas de comer durante cuatro horas”.

Dicho lo anterior, para preparar el licuado, el portal Información señaló que se deben dejar en remojo durante toda una noche 30 gramos de avena y en la mañana siguiente en una licuadora se agrega la avena con una manzana, el zumo de medio limón, agua y canela.

De todos modos, la avena puede producir gas intestinal e hinchazón, pero para minimizar los efectos secundarios, las personas pueden empezar con una dosis baja y aumentar lentamente a la cantidad deseada, pues el cuerpo se acostumbrará al salvado de avena y los efectos secundarios desaparecerán, porque el salvado de la avena y la avena integral son probablemente seguros para la mayoría de las personas cuando se la usa en cantidades alimentarias, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

No obstante, antes de consumir iniciar un plan de alimentación o dieta, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Por su parte, como ya se mencionó, para perder peso es importante tener constancia y dedicación y otros consejos de expertos son:

1. Tener una alimentación balanceada y saludable que incluya frutas, verduras, proteínas, grasas y carbohidratos.

2. Comer cinco veces al día, pero porciones pequeñas para no exceder el consumo de calorías.

3. Concentrarse al comer y hacerlo despacio. Es recomendable masticar los alimentos entre 30 y 50 veces por bocado.

4. Tomar agua cuando se sientan ganas de comer. El consumo diario de este líquido es diferente para los hombres y para las mujeres, ya que existen diferencias entre la ingesta, pero por lo general la mayoría de los hombres necesita aproximadamente 13 tazas de líquido al día y la mayoría de las mujeres necesita aproximadamente nueve.

5. Realizar actividad física y entre las actividades físicas más comunes se destacan: caminar, montar en bicicleta o correr y todas ellas se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad y para disfrute de todos. Además, las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes. Lo vital es que se tenga un gasto energético.

6. Dejar los dulces. Las grandes cantidades de alimentos que contengan azúcar pueden contribuir al exceso de peso.

7. Eliminar el alcohol y los refrescos, porque ambos tienen un alto contenido calórico y para perder peso es clave tener un déficit calórico, que es cuando las personas consumen menos calorías que las que gasta en el día a día.