La medicina alternativa ha recogido a lo largo de los años un extenso listado de remedios caseros para aliviar y tratar todo tipo de afecciones y sintomatologías. Sin embargo, siempre es pertinente recordar que este tipo de tratamientos no cuentan con respaldo científico, por lo que su efectividad no está plenamente garantizada.

Dos de los ingredientes más comunes en este tipo de remedios son el limón y la sal. Así mismo, conforman una mezcla popular a la hora de tratar determinadas condiciones de salud. No obstante, existen ciertas contraindicaciones que deben ser tenidas en cuenta antes de optar por su consumo.

De acuerdo con el portal Mejor con Salud, en términos generales, “consumir limón con sal a diario no está aconsejado para la salud”. En tal virtud, precisa que si bien se trata de una fruta con notable valor nutricional, combinarlo con sal puede resultar contraproducente en algunos casos.

Por ejemplo, si se incluye el limón y la sal en la dieta, pero se consume en proporciones pequeñas, las contraindicaciones resultan mínimas. Caso contrario ocurre en escenarios donde se abusa. De hecho, expertos advierten que una ingesta excesiva de sal podría alterar los valores de presión arterial en personas predispuestas, según recoge el citado portal.

El portal Mundo Deportivo anota que “tomar limón con sal de forma puntual para aliviar algún dolor o alguna molestia no es malo”. Sin embargo, advierte que la reacción del cuerpo dependerá de la cantidad que se ingiera y el estado de salud que presente la persona.

Por lo general, esta combinación es utilizada para aliviar el dolor de garganta, estimular digestión, trata las aftas bucales, favorecer la pérdida de peso y evitar la deshidratación.

Ahora bien, en vista de que no todos los cuerpos reaccionan de la misma manera, algunas personas podrían presentar una tolerancia más baja a la combinación limón-sal que otras. Por ejemplo, un individuo que padece problemas gástricos o en los riñones podría desarrollar efectos adversos.

Precisamente, esta es la razón por la que siempre se recomienda consultar con un médico de confianza antes de intentar cualquier remedio casero.

¿Cuándo podría ser peligroso?

Los excesos no tienden a ser buenos y la combinación de limón con sal no es la excepción. En las personas que no presentan patologías previas, los efectos negativos podrían no ser tan graves, sin embargo, es importante tomar medidas preventivas.

Mejor con Salud aconseja no superar la dosis de dos limones al día para no incrementar el riesgo de sufrir cálculos renales. Así mismo, recomienda tener cuidado con las cantidades de sal que se ingieren durante el día para no arriesgar la presión arterial.

A estas tácticas se suman hábitos de vida saludables básicos, como una alimentación balanceada y ejercicio regular. En resumen, es clave no acudir a limón con sal como primera opción de tratamiento ante algún tipo de afección, a su vez, las cantidades en que estos ingredientes se ingieren deben ser moderadas para prevenir eventuales problemas de salud.

La OMS no recomienda el alto consumo de sal. | Foto: Getty Images

Zumo de limón: los efectos en el cuerpo de tomarlo en ayunas

Existen diversos hábitos que la gente adquiere con el fin de tener efectos positivos sobre el cuerpo, tal como lo es el de tomar un poco de zumo de limón antes del desayuno, apenas se levanta, dado que así sus efectos tienden a ser muchos más efectivos.

Esto se debe a las propiedades que contiene el limón, entre las cuales está su alto contenido en vitamina C, siendo de esta forma el fruto cítrico que más lo contiene y por lo cual es uno de los preferidos para este tipo de remedios que se consumen en ayunas.

Entre sus bondades se encuentra su poder depurativo, ayudando a eliminar las toxinas acumuladas en el cuerpo y que pueden acarrear riesgos enormes para la salud, además de la capacidad que tiene para ayudar a acelerar el metabolismo, lo cual es fundamental si lo que se desea es bajar de peso y eliminar esos molestos kilos de más que requieren hacer un esfuerzo extra para eliminarlos totalmente, a pesar de que se esté realizando la actividad física recomendada.

Por si fuera poco, sus beneficios llegan mucho más allá, puesto que también ayudará a fortalecer las defensas, para de esa forma lograr un mejor funcionamiento de las mismas a lo largo de toda la jornada, permitiendo, además, la prevención de infecciones o los dolores de garganta cuando esta se encuentra irritada.