Desde la llegada de la pandemia se han tenido en cuenta muchos métodos a la hora de limpiar y desinfectar espacios, especialmente los que pueden albergar más suciedad. El agua caliente y la temperatura pueden desempeñar un papel fundamental para mantener la higiene, de ahí la importancia de tener un sistema de agua caliente que permitan suplir este tipo de necesidades.

“En el caso de cocinas y restaurantes, espacios donde pasa demasiada comida, es importante tener una correcta y eficaz higiene para evitar la contaminación de los alimentos. Contar con agua caliente siempre disponible en los grifos ayudará a mantener las bacterias alejadas del fregadero, ya que es precisamente en este lugar donde se lavan las frutas y verduras. Esto acabará facilitando la rutina diaria y la logística en el proceso de preparación”, asegura Eduardo Gidi, country manager de Rheem Colombia, empresa que fabrica calentadores de agua.

Ante esto, el experto destaca algunos beneficios de contar con agua para el área de la cocina:

  • Higiene y limpieza: Según estudios científicos, los gérmenes y bacterias no soportan altas temperaturas, por ende, el agua caliente es muy común en la limpieza de una cocina o restaurante. Una vajilla y unas superficies limpias y desinfectadas reducen el riesgo de enfermedades alimentarias causadas por bacterias.
  • Lavar los platos: Las bacterias no son visibles al ojo humano, por eso la única forma de asegurarse de que los platos están realmente limpios es pasarlos por un lavavajillas desinfectante o por una máquina de platos, que requiere agua muy caliente o productos químicos desinfectantes. Si no cuenta con lavaplatos, puede pasar sus utensilios por el chorro de agua caliente, siempre procurando que no esté a una temperatura que genere lesiones.
  • Tiempo de secado: Gracias al calor, los platos se secan mucho más rápido a comparación del agua fría, reduciendo así la propagación de bacterias o microorganismos debido a la humedad.
  • Elimina residuos de grasa: Ayuda a la disolución y eliminación de residuos de grasas para que, con apoyo del detergente, sea más sencillo quitarla.

Zonas de la cocina con más gérmenes

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial cada año se enferman alrededor de 600 millones de personas por ingerir alimentos contaminados. De estas, unas 420.000 personas pueden morir como consecuencia de la enfermedad.

Estas son las cinco zonas de la cocina que tienen más riesgo de estar contaminadas, según un estudio realizado por el Hygiene Council y la Fundación de Estudios para la Salud y la Seguridad Social (FESS):

1. Estropajos y trapos de cocina

Según el estudio, las esponjas, trapos y otros utensilios usados para limpiar los platos son de los lugares con más gérmenes de la cocina. Se calcula que pueden albergar hasta 54.000 millones de bacterias por centímetro cúbico

Para evitarlo, es ideal cambiar los trapos, esponjas y toallas de la cocina cada semana y no usarlos para limpiar o secar todas las superficies.

El vinagre blanco ayuda a desinfectar las esponjas de la cocina. | Foto: Getty Images

2. El lavaplatos

El problema de esta superficie son las esquinas y bordes donde siempre queda agua y suciedad estancada, además, si no se lavan los platos justo después de comer, los residuos de comida pueden empezar a descomponerse. Según el estudio, en esos casos el lavaplatos puede tener más de un millón de bacterias por metro cuadrado.

La recomendación es no dejar que los platos se acumulen, es decir, lavarlos, secarlos y guardarlos justo después de usarlos. Adicionalmente, el cloro es ideal para limpiar los bordes del lavaplatos a fondo, limpieza que debería hacerse una vez por semana.

En la cocina la llave del lavaplatos no funciona. Foto: Carlos Bernate /SEMANA.

3. Las tablas de cortar y los utensilios de madera

Según una investigación realizada por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, el peor material para los utensilios de cocina es la madera, debido a que es poroso y conserva la humedad, lo que constituye un ambiente ideal para que los microorganismos se desarrollen. De hecho, según un estudio realizado por el Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), la contaminación de estos utensilios representa una importante fuente doméstica de infecciones.

Para evitar infecciones en estos utensilios, lo ideal es optar por artículos hechos de plástico, metal o silicona. Para limpiar las tablas de cortar es recomendable restregar con jabón y agua caliente en cada uso y usar un poco de cloro diluido.

Wooden kitchen utensils on white background | Foto: Getty Images

4. Los frascos para guardar especias

Estos utensilios parecen seguros, pero al ser usados en todas las preparaciones, y teniendo en cuenta que muchas veces se cogen sin un correcto lavado de manos, son un foco para las infecciones cruzadas entre alimentos. Según un estudio publicado en el Journal of Food Protection, las personas generalmente propagan bacterias a los frascos de especias cuando cocinan.

Para evitar esto, la recomendación es lavarse las manos antes, durante y después de cocinar, especialmente luego de tocar carnes crudas. Además, lo ideal es limpiar con jabón o toallas desinfectantes los frascos que se hayan tocado tras cada preparación.

Las especias pueden reemplazar el azúcar y la sal que se usa en la cocina. | Foto: Getty Images

5. La nevera

Finalmente, en la nevera los alimentos pueden contaminarse por falta de higiene. Las bacterias no solo pueden ingresar por los alimentos, sino también por los empaques y bolsas que los contienen. Según un estudio de la Universidad de California, en cada centímetro cuadrado del interior de una nevera viven en promedio 11,4 millones de bacterias.

Por eso, lo ideal es limpiar semanalmente las neveras, incluyendo el interior, el exterior y los bordes. Una limpieza profunda implica sacar los alimentos, cajones y separadores para poder limpiar cada centímetro que puede acumular bacterias.

Expertos indican que dormir poco puede ser un factor para estar constantemente con hambre. Foto: Getty images. | Foto: Getty images.