La linaza o semilla de lino es considerada un alimento funcional debido a que contiene hidratos de carbono, proteínas, grasa natural y fibra. Por ese motivo, este producto natural es recomendado por muchos nutricionistas para no solo reducir el colesterol en la sangre, los niveles de lipoproteína de baja densidad, sino también para mejorar la salud digestiva.

Es así, que el consumo de la semilla de lino, puede aliviar el estreñimiento, una afección en la que, según el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés), las personas presentan, por lo general, menos de tres evacuaciones a la semana, heces duras, secas o grumosas, dificultad o dolor para evacuar las heces y sensación de que la evacuación no fue completa.

Por ese motivo y teniendo en cuenta que este es un trastorno digestivo muy común entre la sociedad, es importante saber cómo incorporar la linaza en la dieta, y con ello, aliviar esta afección antes de que se vuelva crónica y, por ende, que pueda llegar a impedir el desarrollo normal de las actividades diarias.

Según explica Mayo Clinic, entidad de salud dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, estos son algunos consejos para hacerlo:

Primero se debe tener en cuenta que la linaza se puede comprar a granel (entera o molida). Las semillas enteras se pueden moler en casa usando un molinillo de café o un procesador de alimentos. Entendido esto, se puede:

· Agregar una cucharada de linaza molida al cereal caliente o frío del desayuno.

· Agregar una cucharadita de linaza molida a la mayonesa o mostaza cuando se hagan preparaciones que incluyan algunas de estas salsas.

· Añadir una cucharada de linaza molida a un envase de yogur de 8 onzas.

· Añadir linaza molida a las galletas dulces, magdalenas, panes y demás productos horneados.

De acuerdo al sitio experto, al igual que otras fuentes de fibra, la linaza debe ingerirse con mucha agua u otros líquidos. Del mismo modo, este alimento no debe consumirse al mismo tiempo que los medicamentos orales, motivo por el que siempre antes de incluirlo dentro de la dieta diaria, debe consultarse con el médico tratante la conveniencia de su consumo.

linaza | Foto: eliane

Otros beneficios de la linaza

Es larga la lista de propiedades y bondades que la linaza tiene para el organismo. Por ejemplo, es rica en fibra y ácidos grasos omega-3. El ácido graso omega 3 es esencial para cuidar la salud de todo el cuerpo, pero, sobre todo, el cerebro, el corazón y la piel.

También contiene ácido linoleico, que es necesario para formar eicosanoides antiinflamatorios. Estos juegan un papel importante en la prevención de enfermedades como la artritis y el asma, así como algunas condiciones de salud relacionadas con el aparato reproductor femenino.

Aceites como el de canola y de soya contienen los mismos ácidos grasos que el de la linaza. Sin embargo, este último posee más. Junto a los mariscos, el aceite de linaza es una de las mejores fuentes de los ya mencionados omega 3. Según Medline Plus, la mitad de las calorías de la linaza proviene de la grasa, la cual es saludable y ayuda a reforzar el “colesterol bueno”.

Esta semilla también puede ayudar a reducir el colesterol total en la sangre y los niveles de LDL, conocido como el colesterol malo, lo cual incidiría en una disminución del riesgo de enfermedad cardiaca.

De igual forma, estas semillas son una buena fuente de: vitaminas B1, B2 y B6, cobre, fósforo, magnesio y magnesano. Estas vitaminas y minerales ayudan al cuerpo a recuperar energía, potencian el sistema inmunológico, el sistema nervioso, los huesos, mejoran el ritmo cardiaco y muchos otros procesos corporales, indica Medline Plus.

Hay estudios que indican que la linaza es una fuente de fibra dietética, tanto soluble como insoluble. La primera es aquella que tiene la capacidad de ayudar a regular la presión arterial, los niveles de azúcar en la sangre e incluso se ha asociado con la prevención de diverticulitis.

Por su parte, la fibra insoluble está relacionada como un mejor funcionamiento digestivo. Actúa como reguladora del movimiento intestinal y sirve de alimento a la microbiota intestinal. Por tanto, ayuda a digerir mejor los alimentos para una correcta absorción de nutrientes.