La linaza es una semilla que se extrae de la planta Linum usitatissimum, la cual pertenece a la familia de las lináceas y se caracteriza por sus nutrientes que aportan beneficios para el organismo humano.

Una de las propiedades de la linaza sirve para suavizar y rejuvenecer la piel, gracias a dos componentes como son la pectina y mucílagos.

Cuidar la piel del rostro no solo es un tema de moda o tendencia, también tiene que ver con la salud, que se podría ver afectada por la contaminación y los malos hábitos. De hecho, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, más conocida como FAO, dice que el colágeno es una proteína que actúa en la piel para servir como un soporte y unión de las celular y los tejidos.

Por estética o por salud, muchas personas tienen la necesidad de reducir las arrugas y rejuvenecer la piel. Para lograr estos resultados, hay métodos naturales como cremas caseras con base en ingredientes como la linaza, los cuales pueden mezclarse y contrarrestar aquellas marcas que sobresalen en la cara y generan incomodidades con el paso de los años.

Estas semillas ayudan a reducir el exceso de grasa, como también tonifican y cierran los poros. Esto último es muy importante, pues al quedar abiertos se corre el riesgo de que entren contaminantes.

Fibras y antioxidantes, aceites omega 3, 6 y 9, así como vitaminas del grupo B y vitamina C, sumado a los minerales como el potasio, hierro, magnesio y ácido fólico, hacen parte de los nutrientes que componen la linaza.

En el portal unCOMO destacan que el consumo regular de linaza molida puede aportar brillo y lozanía a la piel. Este alimento sirve para contrarrestar el envejecimiento prematuro y es un poderoso aliado para atacar enfermedades como la psoriasis y el eccema.

Los expertos aconsejan tomar la linaza con grandes cantidades de agua o cualquier otro líquido, por su alto contenido en fibra. Para prepararla en unCOMO recomiendan seguir los siguientes pasos:

  • Hervir una cucharada de linaza molida en una taza de agua.
  • Esperar a que forme una consistencia gelatinosa para que el agua se solidifique.
  • Luego de que hierva, retirar de la estufa y dejarla reposar.

La linaza también se puede usar como una mascarilla. Para prepararla, hay que vaciar dos cucharadas de estas semillas en un recipiente con agua caliente, para ponerlas a hervir. Cuando empiece a hervir, se transforman en una sustancia similar a un gel, que será luego la mascarilla que se aplicará.

Al sacar la preparación del fuego se debe colar las semillas de la mezcla. Una vez que se tenga el gel separado, hay que dejarlo enfriar en un recipiente, preferiblemente de vidrio. Luego, se debe aplicar la mascarilla con un algodón o pincel especial para pasarlo por todo el rostro y dejarlo actuar de 10 a 20 minutos.

La mascarilla se debe retirar con un algodón o solo con abundante agua caliente (una temperatura que no lastime el rostro) por toda la zona para que la piel respire y se pueda restaurar.

Los especialistas destacan que esta mascarilla no solo se usa para tratar las arrugas, también es útil para la limpieza del cutis.

Otra preparación es machacar las semillas de linaza y, después, añadir el aceite de almendras. Mezclar todo para que ambos ingredientes se integren y aplicar en el rostro que debe estar limpio. Dejar que haga efecto durante 10 minutos y retirar con abundante agua.

En el portal Salud 180 destacan que la linaza es rica en ácido acético, málico, ferúlico, luteína y cisteína, nutrientes que son ideales para reparar y proteger la piel del envejecimiento prematuro.