Las líneas de expresión o las arrugas son signos que comienzan a aparecer con el paso de los años y son una consecuencia del envejecimiento de la piel. A medida que avanza la edad de las personas, la cantidad de colágeno y la humedad en la piel se reduce, dando paso a estos molestos signos.
A partir de los 25 años, la piel empieza a evidenciar modificaciones y se comienzan a ver estas delgadas líneas y una que otra arruga. Sin embargo, parte de esos cambios pueden minimizarse, por ejemplo, evitando la resequedad de la piel.
Son muchos los trucos que pueden tenerse en cuenta y comenzar a implementar con el fin de retardar o hacer menos evidentes estos signos.
Especialistas de la marca Garnier consideran importante nunca saltarse el proceso de limpieza. Tener y mantener unas pautas de limpieza facial es esencial para que la piel esté cuidada. Esta rutina debería aplicarse dos veces al día: por la mañana, para eliminar el exceso de grasa y prepararla para ser hidratada, y por la noche, para eliminar las impurezas y nutrirla con vitaminas.
Protegerse del sol es clave. El sol acelera el envejecimiento de la piel, por lo que es importante protegerla aplicando bloqueador, incluso en época de lluvias o cuando se está en espacios interiores.
Alimentación saludable
Cuidar la alimentación es uno de los aspectos más importantes cuando de evitar las arrugas y líneas de expresión se trata. Hay alimentos que favorecen el buen aspecto de la piel y ayudan a reducir las arrugas. El aceite de oliva y determinadas frutas y verduras ayudan a disminuir hasta en un 25 % los problemas de la piel.
Dentro del listado de alimentos están el brócoli que aporta vitamina C, la cual es buena para la producción de colágeno. Las espinacas, según los expertos de Garnier, ayudan en la renovación celular gracias a la vitamina A.
Las nueces son buenas debido a que contienen cobre, que estimula la elastina. El Omega 3 mejora los niveles de sequedad de la piel, por lo que es recomendable comer pescado como salmón o sardinas, una vez por semana.
Realizar yoga facial. Esta práctica ayuda a revitalizar los músculos del rostro, liberando tensiones y rejuveneciendo la piel porque consigue recuperar su brillo y firmeza. Se trata de movimientos que se realizan con las yemas de los dedos presionando levemente en las zonas donde se acumula estrés y donde la piel genera arrugas. De esta manera, se tonifican los músculos y se contribuye a la regeneración celular, a la vez que se mejora el flujo sanguíneo.
El consumo de importantes cantidades de agua también es importante. La deshidratación puede hacer que la piel pierda su brillo y se arrugue más. Para retrasar la aparición de las arrugas es aconsejable beber entre dos y tres litros diarios.
Exfoliar el rostro uno o dos días por semana. El objetivo es eliminar con facilidad la capa superior de la piel que contiene las células muertas. Si no se quitan, se crea una barrera que retrasa la regeneración celular, mostrando un cutis de apariencia apagada y envejecida.
Especialistas de Dove recomiendan, por ejemplo, realizar mascarillas con vitamina E y aceite de argán. Esta vitamina tiene la particularidad de ser beneficiosa para la piel, es un antioxidante natural que protege las células y ayuda a eliminar esas imperfecciones. Por su parte, el aceite de argán mantiene la piel suave e hidratada.
Dormir lo suficiente es otra de las recomendaciones. Tener un sueño tranquilo durante ocho horas, además de brindar energía, ayudará a mejorar las condiciones de la piel. Mientras la persona disfruta de un descanso el organismo genera hormonas que mantendrán la piel más elástica y menos propensa a la aparición de arrugas.
Del mismo modo, realizar alguna actividad física y llevar una dieta saludable es fundamental para mantener una buena producción de colágeno que contribuya al óptimo funcionamiento del sistema óseo y muscular, entre otros.
Por último, es importante evitar fumar, teniendo en cuenta que el humo del tabaco contiene toxinas que, además de generar complicadas afecciones a la salud, dañan la piel y estimulan el envejecimiento prematuro.