La acumulación de exceso de líquido en la rodilla o a su alrededor provoca que esta parte del cuerpo se observe hinchada. Algunos profesionales de la salud denominan esta afección como “efusión en la articulación de la rodilla”. Las personas fuera de esta área suelen nombrarla como “agua en la rodilla”.

Los síntomas de esta afección son hinchazón, rigidez (dificultad para estirar o doblar una pierna completamente) y dolor, el cual puede ser muy intenso y dificultar el soporte del propio peso.

De acuerdo con los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, existen muchos factores que pueden causar esta afección.

Lesiones

La afectación a cualquier parte de la rodilla puede provocar acumulación de exceso de líquido en las articulaciones. Algunas de estas pueden ser:

  • Ligamento desgarrado, particularmente el ligamento cruzado anterior.
  • Desgarre del cartílago (meniscos).
  • Irritación por uso excesivo.
  • Fractura de huesos.

Enfermedades

Algunas condiciones de salud pueden causar “agua en la rodilla”. Estas son:

  • Artrosis.
  • Artritis reumatoide.
  • Infección.
  • Gota.
  • Seudogota.
  • Bursitis.
  • Quistes.
  • Tumores.

Luego de que el médico identifica la causa, recetará un tratamiento adecuado.

Dolor de rodilla

El área donde se presenta el dolor de rodilla ayuda a que el médico pueda identificar la causa y realizar un diagnóstico.

Dolor en la parte anterior de la rodilla: puede ser bursitis, artritis o ablandamiento de cartílago rotuliano.

Dolor lateral de rodilla: frecuentemente son lesiones o ligamentos colaterales, artritis o ruptura de meniscos.

Dolor en la parte posterior de la rodilla: artritis o quistes “de Baker”.

Dolor de rodilla generalizado: bursitis, artritis, ruptura de ligamentos, osteoartritis.

¿Cómo tener articulaciones saludables?

El ejercicio es una de las herramientas para prevenir los problemas en las articulaciones. La actividad física “fortalece los músculos alrededor de las articulaciones y les ayuda a trabajar mejor”, indica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

En caso de tener una afección articular, también es la mejor opción para tratar la enfermedad y aliviar el dolor. Se debe tener en cuenta que ejercitarse no debe implicar esforzar las articulaciones. “Algunos ejemplos incluyen caminar, andar en bicicleta y nadar. Hacer actividad física también puede retrasar el comienzo de la discapacidad relacionada con la artritis y ayudar a las personas con artritis a manejar otras afecciones crónicas como la diabetes, la enfermedad cardíaca o la obesidad”, señalan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Para las personas que tienen artritis, hacer ejercicio puede preocuparlas, debido a una posible lesión. Para evitar esto y hacerlo de forma segura, los CDC brindan varias recomendaciones:

  • Comenzar con poca actividad física y aumentar poco a poco.
  • Cambiar la actividad cuando los síntomas de la artritis se incrementen.
  • Realizar ejercicios que no lleven a esforzar las articulaciones.
  • Hacer ejercicio en lugares seguros.
  • En caso de tener dudas, consultar a un doctor para conocer a profundidad cómo se puede realizar actividad física teniendo esta condición.

Artritis reumatoide

Esta afección es un tipo de artritis, la cual se caracteriza por causar dolor, inflamación, rigidez y pérdida de la función de las articulaciones. La artritis reumatoide puede afectar cualquier articulación, pero frecuentemente se desarrolla en las muñecas y los dedos.

Síntomas

Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación señala los síntomas que puede incluir la artritis reumatoide:

  • Articulaciones sensibles, calientes e hinchadas.
  • Rigidez articular que generalmente empeora por las mañanas y después de la inactividad.
  • Cansancio, fiebre y pérdida del apetito.

De acuerdo con Mayo Clinic, alrededor del 40 % de las personas que padecen esta enfermedad también presentan síntomas que no son articulaciones como:

  • Piel.
  • Ojos.
  • Pulmones.
  • Corazón.
  • Riñones.
  • Tejido nervioso.
  • Médula ósea.
  • Vasos sanguíneos.