Una dieta rica y que produzca vitamina D, es esencial para fortalecer los huesos y mantenerlos rígidos y estables. La vitamina D también permite el correcto movimiento de los músculos, el estímulo de los nervios para transmitir mensajes al cerebro y robustecer el sistema inmunológico, ya que, le permite combatir las bacterias y virus que lo atacan.
En cuanto a los alimentos que más contienen vitamina D y que permiten el cuidado del cerebro y fortalecimiento de los huesos, se encuentran los siguientes:
- Salmón.
- Sardinas en lata.
- Huevos.
- Atún.
- Lácteos.
De acuerdo con la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, la principal fuente de la vitamina D, es a través de la exposición a la radiación solar.
El portal Mundo Deportivo manifiesta que la vitamina D proporciona la producción de la mineralización ósea. Asimismo, los Institutos Nacionales de la Salud, indican que este nutriente interviene en la regulación de los niveles de calcio en la sangre.
Según una investigación de la Universidad de Tufts de Estados Unidos, la vitamina D también se caracteriza por ser neuroprotectora.
Sin embargo, hay escenarios en los que las personas acuden a suplementos para potenciar la ingesta de determinados nutrientes. En algunos casos, estos son recetados por el profesional de la salud, aunque la automedicación también suele ser común en este campo.
A pesar de que las vitaminas son esenciales para el correcto funcionamiento del organismo, presentar niveles demasiado altos en algunas puede derivar en ciertas complicaciones.
La hipervitaminosis D, por ejemplo, es una afección que se presenta después de tomar dosis muy altas de vitamina D.
Según describe la enciclopedia médica MedlinePlus, la causa de la hipervitaminosis D es el consumo excesivo de dicha vitamina. “Las dosis deben ser muy altas, muy por encima de lo que normalmente recetaría la mayoría de los proveedores médicos”, anota la fuente consultada.
El servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos precisa que “la cantidad diaria recomendada (CDR) para la vitamina D es entre 400 y 800 UI/día, según la edad y estado del embarazo”. No obstante, indica que para algunas personas se pueden necesitar dosis más altas, como aquellas que tienen deficiencia de esta vitamina, hipoparatiroidismo y otras afecciones.
Síntomas del exceso de vitamina D
Un exceso de vitamina D en el organismo puede causar un nivel anormalmente alto de calcio en la sangre, lo cual se denomina hipercalcemia. Este escenario puede dañar seriamente los riñones, los tejidos blandos y los huesos con el tiempo.
MedlinePlus detalla los síntomas asociados a la hipervitaminosis D:
- Estreñimiento.
- Disminución del apetito (anorexia).
- Deshidratación.
- Fatiga y confusión.
- Orina frecuente.
- Irritabilidad.
- Debilidad muscular.
- Vómitos.
- Sed excesiva (polidipsia).
- Presión arterial alta.
- Eliminación de grandes cantidades de orina (poliuria).
En caso de presentar los síntomas relacionados previamente, lo más recomendable es acudir a un profesional de la salud para realizar los exámenes correspondientes, establecer un diagnóstico preciso y así dar inicio al tratamiento adecuado.
¿Cómo se diagnostica el exceso de vitamina D?
La forma más precisa para diagnosticar esta afección es mediante la práctica de exámenes especializados, por ejemplo: análisis de calcio en la sangre, calcio en la orina, niveles de 25 hidroxivitamina D, niveles de 1,25 dihidroxi vitamina D, fósforo sérico y con radiografías del hueso.
En cuanto al tratamiento, el punto de inicio es suspender la ingesta de vitamina D. No obstante, en algunos casos puede que se requieran medidas adicionales.
“Los problemas de salud que se pueden presentar como resultado de tomar demasiada vitamina D durante un largo período de tiempo incluyen: deshidratación, hipercalcemia, daño renal y cálculos renales”, advierte MedlinePlus.
Para prevenir esta afección, la recomendación básica consiste en consumir suplementos de vitamina D que provengan de fuentes certificadas y confiables, así como prestar atención a la dosis correcta.