La lluvia de meteoros de las Perseidas es uno de los eventos astronómicos más esperados dentro del calendario de lluvias de estrellas y es el momento en que fanáticos de la astronomía y fotógrafos se preparan para obtener las mejores imágenes.
El espectáculo celeste, de acuerdo con el portal Infobae, es protagonizado por los fragmentos que dejó el cometa Swift-Tuttle. El fenómeno se producirá entre el 17 de julio y el 24 de agosto, aunque el punto máximo de actividad se da en la noche del 12 de agosto, donde se pueden observar hasta 100 meteoritos por hora.
El fenómeno de las Perseidas se da anualmente, entre julio y agosto, porque es el momento en que el planeta atraviesa los rastros de los escombros que dejó el antiguo cometa.
Lo que ocurre es que los pedazos de hielo y roca que se encuentran deambulando en este punto del universo se empiezan a calentar a medida que se acercan al interior del sistema solar. A medida que se acercan al sol, su estado sólido empieza a pasar a gaseoso y todos los fragmentos generan nubes de partículas.
En el momento en que la tierra pasa por esa nube de partículas que se acaba de formar, estas ingresan a la atmosfera terrestre a miles de kilómetros por hora y terminan por incinerarse; coloquialmente, este fenómeno se conoce como estrellas fugaces.
Cada año, la cantidad de estrellas fugaces que se presentan durante las Perseidas se va reduciendo, ya que cada vez hay menos fragmentos del cometa, sin embargo, en las noches sin luna y despejadas de julio y agosto se pueden llegar a observar entre 150 y 200 meteoros por hora, explica el portal de noticias.
El nombre de las Perseidas se otorga debido a la constelación de Perseo, ya que todos los meteoros suelen provenir del mismo lugar del cielo llamado Radiante, que se encuentra justo en el mismo lugar que dicha constelación.
En cuanto a los meteoros del cometa Swift-Tuttle, se sabe que este fue descubierto entre el 16 y el 19 de julio de 1862 por los astrónomos Lewis Swift y Horace Parnell Tuttle.
El cometa apareció nuevamente en 1992 en el lente del astrónomo japonés Tsuruhiko Kiuchi. De sus características se sabe que tiene 26 kilómetros de ancho y que tarda un total de 133 años para completar una elipse de su órbita, así mismo contiene 30 veces más energía cinética que el asteroide que acabó con los dinosaurios.
Además, se sabe que, debido a una próxima interacción con Júpiter, el cometa podría chocar con la Tierra en el año 4479.
Para poder ver la lluvia de las Perseidas, el portal de noticias recomienda ubicarse en un lugar que no esté nublado, recostarse boca arriba y solo disfrutar del espectáculo pues no se requiere ningún equipo especial.
Además, tampoco se recomienda el uso de telescopios o binoculares ya que estos reducen el campo de visión y los meteoritos generalmente viajan a gran velocidad por todo el cielo y no se debe observar en una dirección en particular.
Sin embargo, debido a que la corriente de escombros de las Perseidas viaja en una dirección específica, todos los meteoritos asociados con esta lluvia aparecerán justo debajo y a la izquierda de la primera «W» hecha por la constelación de Casiopea.
Según Infobae, en la noche del 12 de agosto, los meteoros se separarán justo en la W de Casiopea y en la constelación de Perseo.
Este es uno de los fenómenos astronómicos más esperados del año y podrá contemplarse en cualquier parte del mundo sin necesidad de herramientas especiales.