La retención de líquidos, conocida médicamente como edema, es una acumulación excesiva de líquidos en el cuerpo, que se presenta tanto debajo de la piel como en los tejidos que están fuera del sistema circulatorio.

Esto puede llevar a la inflamación en las piernas, la cara, el cuello y las manos, lo que deriva en la disminución de la flexibilidad en las articulaciones de los brazos, las piernas, los tobillos, las muñecas y los dedos, así como dolores de cabeza, visión borrosa, pitidos en los oídos, náuseas o dolor abdominal.

Para su tratamiento es importante tener en cuenta si la retención es de carácter patológico (es decir, médica) o no, ya que en caso de ser así puede tener orígenes en problemas circulatorios, insuficiencia cardíaca y enfermedades renales o hepáticas.

“Si no es patológica, puede tratarse simplemente de una dilatación de las venas, que se presenta, especialmente, en épocas de altas temperaturas”, según la nutricionista Eider Sánchez, quien dijo que en cualquiera de los dos casos es importante visitar un médico.

De acuerdo con la Fundación Española del Corazón, una de las causas de esta enfermedad es una mala alimentación, debido al consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares refinados y sal.

La recomendación es poner atención a los síntomas más frecuentes, de manera que en el chequeo médico se pueda determinar las acciones a tomar. Entre ellas se encuentran: inflamación, hinchazón o pesadez que se pueden presentar en pies, tobillos, piernas, párpados, manos, brazos, cara y abdomen.

Así mismo, la sensación de que zapatos, ropa, anillos o relojes aprietan o están más ajustados de la cuenta; menor flexibilidad en las articulaciones de brazos, piernas, tobillos, muñecas y dedos; disminución de la micción (orina) y aumento repentino, rápido o inexplicable del peso.

De acuerdo con la Fundación Española del Corazón, una de las causas de esta enfermedad es una mala alimentación, debido al consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares refinados y sal. Foto: Getty images. | Foto: Foto: Getty images.

Causas

Los especialistas han advertido que una mala alimentación y una vida sedentaria (no hacer ejercicio) son las principales causas para que una persona presente retención de líquidos.

Pero también lo son no ingerir suficientes líquidos, el sobrepeso u obesidad, problemas circulatorios, el consumo de medicamentos como estrógenos, corticoesteroides, antiinflamatorios no esteroideos y algunos fármacos para la tensión, cambios hormonales o enfermedades cardiacas, hepáticas o renales.

¿Cómo combatirla?

Una de las principales recomendaciones para reducir la retención de líquidos y la hinchazón es tener una dieta baja en sodio, que se encuentra en la sal de mesa, por lo que se pide disminuirla en la preparación de alimentos y sustituirla por hierbas, especias, limón, vinagre y aceites aromatizados con ajo, orégano o guindilla (un tipo de pimiento en su variedad picante), darle sabor a las comidas.

Pero también se encuentran otras acciones que permitirá evitar el edema como una alimentación equilibrada y variada con productos frescos y cocinados en casa. Entre estas se encuentran:

  • Tomar agua de manera habitual, con un consumo de 1,5 a 2 litros al día.
  • Tomar infusiones, aguas infusionadas con frutas o caldos no salados.
  • Consumir alimentos con alto contenido en potasio como el calabacín, la calabaza, papa, champiñones, legumbres, plátano, melón, aguacate, ciruelas pasas, frutos secos naturales y algunos pescados como el salmón, bacalao y atún.
  • No consumir alimentos procesados, embutidos, enlatados, quesos curados, precocinados, ahumados, sopas de sobre, snacks o aperitivos y bebidas refrescantes azucaradas.
  • Consultar al médico, ya que algunos remedios naturales pueden ser perjudiciales. Hierbas como la cola caballo y salvia están contraindicadas.
Se recomienda tomar agua de manera habitual, con un consumo de 1,5 a 2 litros al día y tomar infusiones, aguas infusionadas con frutas o caldos no salados.

¿Qué comer?

Así como se aconseja no consumir algunos alimentos que pueden generar la retención de líquidos, se recomiendan:

  • Lácteos: Leche, yogures, quesos blancos y quesos sin sal. Se debe restringir el consumo de quesos curados y semicurados, ya que su contenido de sodio es muy alto.
  • Carnes: En este caso las carnes magras y frescas (ternera, cerdo, pollo, pavo y conejo).
  • Pescados: Tanto frescos como congelados, con excepción de aquellos en conserva, ahumados y salados.
Frutas y verduras: todas están permitidas, puesto que son alimentos bajas en sodio, salvo aquellas verduras enlatadas debido a su contenido de conservantes ricos en sodio. | Foto: Peter Dazeley
  • Frutas y verduras: todas están permitidas, puesto que son alimentos bajas en sodio, salvo aquellas verduras enlatadas debido a su contenido de conservantes ricos en sodio. En este caso se aconseja extraer todo el líquido del envasado y lavar las verduras con abundante agua. También son ricas en sodio, las aceitunas y los frutos secos salados.
  • Cereales: Disminuir el consumo de panes, galletas y aperitivos con sal y reemplazarlo por sus variantes sin sal.
  • Bebidas: Algunos minerales tienen un contenido muy alto de sodio, por lo que se deben seleccionar aquellas marcas que contengan menos de 50 mg/litro.
  • Alimentos preparados e industriales: se deben evitar productos como las salsas (mostaza, ketchup, salsa de soja, salsa rosa, mayonesa, etcétera), caldos concentrados, alimentos precocinados y comidas rápidas preparadas.
  • Se deben tener cuidado con algunos productos en los que se utilizan aditivos o potenciadores del sabor ricos en sodio, como el glutamato monosódico, benzoato sódico, propionato de sodio, citrato de sodio, etcétera.
  • Así mismo, se debe prestar atención a algunos medicamentos, antiácidos y productos con bicarbonato de sodio.
La Alcachofa: Debido a su bajo aporte calórico y altamente saciante, esta verdura rica en fibra y con un alto contenido en agua es una de las más diuréticas que hay, lo que facilita la expulsión de toxinas. Foto: Getty Images. | Foto: Foto: Getty Images.

Alimentos

Los especialistas recomendaron incluir en la dieta alimentos como:

  • Alcachofa: Debido a su bajo aporte calórico y altamente saciante, esta verdura rica en fibra y con un alto contenido en agua es una de las más diuréticas que hay, lo que facilita la expulsión de toxinas.
  • Apio: Por sus propiedades diuréticas y depurativas, se convierte en un aliado para combatir la retención de líquidos. Posee, además, propiedades antiinflamatorias y mejora las digestiones.
  • Espárragos: Es un alimento que contribuye a combatir la retención de líquidos, debido a que contiene un 90 % de agua. Además, son ricos en ácido fólico y betacarotenos.
  • Calabacín: También tiene un alto contenido en agua. Es rico en fibra y sustancias diuréticas.
  • Sandía: Con más de un 93 % de agua, al igual que el melón, ayuda a la eliminación de toxinas evitando su acumulación.
  • Piña: Por su alto porcentaje de agua, se convierte en uno de los mejores aliados para deshinchar y desintoxicar el cuerpo.
  • Pepino: Además de ser un alimento rico en nutrientes, es un gran diurético natural.
  • Té verde: Además de ofrecer importantes beneficios para la salud, favorece la diuresis para que el organismo deseche toxinas.
  • Tomate: Tiene un alto porcentaje de agua. Además, es bajo en calorías y cuenta con un importante contenido en potasio, un mineral que contribuye a reducir la retención de líquidos.