La suavidad marca la primera etapa de la vida de la piel, que con el tiempo deja entrever los cambios hormonales de la adolescencia y la llegada de las primeras arruguitas.
El tiempo es uno de los grandes enemigos de una piel jugosa y radiante, pero hoy en día ya es una opción dejar de temer al avance del minutero.
En este mismo sentid, a pesar de que no es posible que el reloj deje de marcar las horas, un sueño anhelado desde el inicio de la humanidad, sí se pueden atar en corto a los estragos del paso del tiempo en el órgano más extenso del cuerpo.
Para ello, en primer lugar se debe ser consciente del tipo de piel que se tenga. Factores como sexo, raza, genética o estado de salud pueden ser claves para entenderlo. No hay que engañarse frente a ello y es muy importante este análisis.
En segundo lugar, se debe poner el foco en los agentes externos que pueden dañar la piel. El sol, el tabaco o el índice de masa corporal son algunos de los factores que afectan a la piel, según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
“Una vez que eres consciente de lo que hay, ponle solución. Come alimentos saludables, hidrátate, usa protección solar y echa mano de alguna de las múltiples soluciones que te ofrece la cosmética. Pero, ¿qué crema elegir para tener una piel joven y radiante?”, indica.
Cinco ingredientes clave
Para elegir la loción que mejor se adapte a las necesidades es importante leer la letra pequeña. Los ingredientes son la clave para que opere la magia y, si se quiere ganarle tiempo al tiempo, lo que hay que saber es conocer cuáles son los compuestos antiaging.
La niacinamida, o vitamina B3, ayuda a ganar uniformidad y protección. Aporta suavidad y previene la pigmentación de la piel, que se traduce en las molestas manchitas.
Los péptidos, por su parte, están compuestos por una cadena de aminoácidos que logran aumentar la Laminina 332 y el Colágeno IV, dos elementos que ayudan a conservar la integridad de la piel y fortalecerla.
El ácido hialurónico es un ingrediente de origen vegetal y fermentado que tiene el poder de absorber el agua, lo que ayuda a suavizar y colmar la piel de hidratación. En sérum o cremas, este ácido ayuda a nutrir, corregir y aumentar la suavidad de la piel.
El retinol (vitamina A) es otro de los cinco magníficos contra el envejecimiento cutáneo, ya que actúa sobre las arrugas, aporta uniformidad, corrige imperfecciones y suma firmeza a la piel. Por su parte, el ácido glicólico contribuye a exfoliar y renovar la capa externa de la piel.
Por otra parte, no hay que olvidar al colágeno, que según el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) es una “proteína fibrosa que se encuentra en los cartílagos y otros tejidos conjuntivos”, incluso en la piel, por lo que su ausencia se relaciona con las líneas de expresión y las arrugas, siendo estos signos de la edad.
El colágeno es un compuesto fundamental para la buena salud de la piel, ya que le proporcionan firmeza y elasticidad. Ante la llegada del envejecimiento, el cuerpo deja de producir la misma cantidad de determinadas sustancias entre las que se encuentran las mencionadas anteriormente.
Cabe recordar que la información suministrada en el contenido anterior no sustituye la asesoría médica y lo mejor que puede es hacer consultar a un experto de la salud.
*Con información de Europa Press.