Con frecuencia se escucha decir que hay que desayunar como rey, almorzar como príncipe y cenar como mendigo. Pues bien, esta frase es un pálido reflejo de la importancia del desayuno. La relevancia de esta comida ha sido sustentada a lo largo de los años en diversos estudios científicos.

Uno de ellos, publicado en The FASEB Journal en 2012, encontró que un desayuno con la suficiente cantidad de proteínas mejora el control del apetito, así como la saciedad, y reduce el consumo de pasabocas y comida de paquete que es poco saludable.

Otro trabajo recientemente publicado en la misma revista científica y dirigido por Amy Durn, encontró que quienes desayunan con regularidad aumentan el metabolismo energético e incrementan la quema de grasa corporal.

En mayo pasado un tercer estudio, publicado en el Epidemiology Journal, mostró que quienes tienen el hábito de saltarse el desayuno incrementan el riesgo de padecer diabetes tipo II.

Es por esto que existen algunos batidos ideales, de acuerdo con el portal Cocina fácil, para tener un desayuno nutritivo.

Licuado de avena con manzana: Se requiere un litro de leche descremada, dos manzanas cortadas en cubos, seis cucharadas de avena y dos de miel. Se licuan todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea y se consume.

Licuado de piña, plátano y coco: Se requiere media taza de ralladura de coco, media taza de leche de coco, media taza de piña pelada, un plátano, cuatro cucharadas de azúcar, una taza de leche y dos pizcas de canela en polvo.

Se licua primero la ralladura de coco, la leche de coco, la piña, el plátano, el azúcar y la leche hasta que quede homogénea, se sirve en un vaso y se espolvorea con más ralladura de coco y canela en polvo.

Licuado de manzana, avena y plátano: Se licuan, una manzana pelada y cortada en cubos, media taza de granola, dos tazas de leche, dos cucharadas de azúcar, una cucharadita de esencia de vainilla y hielo al gusto.

Licuado de durazno, fresa y plátano: Se procesan dos tazas de leche, 125 gramos de fresas, 100 gramos de melocotón, un plátano, dos cucharadas de azúcar y el jugo de media naranja. En caso de quedar muy espeso, se le puede agregar un poco más de leche o naranja.

Licuado de arándanos y plátano: Se mezclan en la licuadora dos tazas de yogur natural, dos plátanos, media taza de arándanos frescos y hielo al gusto.

Licuado de avena, manzana y jengibre: Al igual que los anteriores se deben licuar los ingredientes que son: 250 mililitros de agua, tres cucharadas de avena cruda, una manzana pequeña pelada y partida y una rebanada delgada de raíz de jengibre.

Así mismo existe una amplia variedad de alimentos que ofrecen nutrientes esenciales para el desayuno diario. Sin embargo, según el portal Salud 180, hay unas bebidas que pueden ayudar a perder peso más rápido.

  • Zumo de fresas.
  • Agua tibia con limón.
  • Té de pimienta de cayena con miel.
  • Batido de frutas.
  • Avena cocida con almendras o arándanos rojos secos

Los especialistas destacaron que aquellos adultos que reportan comer regularmente un desayuno saludable son más propensos a ingerir más vitaminas y minerales, controlar su peso, llevar un control sobre sus niveles de glucosa en la sangre y rendir mejor en el trabajo.

Otras razones más por las cuales es recomendable desayunar.

1. Ayuda a bajar de peso: está demostrado que las personas que desayunan tienen un menor índice de masa corporal (IMC), una medida para saber el peso adecuado para la estatura que se tiene.

2. Acelera el metabolismo: cuando se desayuna el metabolismo da una señal al organismo para que no acumule grasa y en cambio gaste los excesos de grasa corporal.

3. Mejora el rendimiento intelectual: consumir un desayuno balanceado suministra los nutrientes y la energía necesarios para llevar a cabo los procesos metabólicos y neuronales que facilitan una mejor atención y concentración.

4. Mantiene o incrementa la masa muscular: cuando la persona se salta esta comida el organismo satisface las necesidades energéticas con el autoconsumo de la masa muscular.

5. Ayuda a consumir menos calorías el resto del día: al quedar muy satisfecho en la mañana, el individuo tiene menos hambre y menos riesgo de consumir alimentos altos en calorías y de bajo aporte nutricional.

6. Mejora el rendimiento físico: cuando se desayuna se tiene la energía necesaria para todas las actividades de la mañana.

7. Mejora la salud de los dientes: la falta de desayuno se asocia con la aparición de caries dental.

8. Previene la hipoglicemia: al desayunar se mantienen estables los niveles de azúcar en la sangre y con esto se evita una baja en los mismos. Cuando no se hace se podrían producir síntomas como mareos, debilidad o desmayos, entre otros.

9. Reduce la ansiedad de comer en las noches: cuando no hay desayuno o no se hace en la forma adecuada se dispara la ansiedad por comer harinas y dulces en las noches, ya que el organismo siente que los nutrientes suministrados no fueron suficientes.

10. Reduce el riesgo de desarrollar síndrome metabólico: este síndrome se da cuanto se juntan tres o más factores como sobrepeso, colesterol alto, triglicéridos altos, exceso de grasa a nivel abdominal, glicemia o niveles de azúcar en sangre altos.