Los niveles elevados de azúcar en la sangre pueden derivar en problemas para los riñones. El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos, asegura que la diabetes es la causa principal de las enfermedades de estos órganos.

Cuando los riñones no funcionan de manera óptima, no pueden filtrar la sangre como deberían, generando graves complicaciones de salud. De acuerdo con la citada fuente, más o menos uno de cada cuatro adultos con diabetes tiene la enfermedad de los riñones.

El trabajo principal de estos órganos es filtrar los desechos y el exceso de agua en la sangre en forma de orina. También ayudan a controlar la presión arterial y a producir las hormonas que el cuerpo necesita para mantenerse sano.

Cuando los niveles de glucosa en la sangre son elevados pueden dañar los vasos sanguíneos de los riñones. Además, dicen los expertos, muchas personas con diabetes tienen presión arterial alta, que también ocasiona efectos negativos en esta parte del cuerpo.

Para prevenir tanto que los niveles de azúcar se suban, como sus efectos en los riñones, es importante la ingesta de una alimentación equilibrada y saludable.

Para los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos, esa dieta debe incluir muchas frutas, verduras, grasas saludables y proteínas magras; y menos sal, azúcar y alimentos altos en carbohidratos refinados como las galletas dulces o saladas y las gaseosas.

Para favorecer la alimentación, la meta individual de carbohidratos debe tener en cuenta la edad, nivel de actividad que la persona realiza y los medicamentos que toma. De esta forma, seguir el plan de alimentación ayudará a que el paciente mantenga los niveles de azúcar en la sangre dentro de su rango objetivo, lo que redunda en la prevención de daño a los riñones.

Se pueden consumir frutas como las uvas, cerezas, manzanas y ciruelas; verduras como coliflor, cebolla, berenjena y nabo; proteínas que incluyan carnes magras como aves, pero también pescado; huevos y mariscos sin sal.

En cuanto a los carbohidratos, es importante ingerir pan integral, galletas tipo cracker sin sal y pasta, y en bebidas, incluir agua y té sin azúcar, entre otras.

La información de los CDC indica que si normalmente un diabético consume jugo de naranja para tratar los niveles bajos de azúcar en la sangre, lo puede cambiar por uno de manzana o uva, que no dañan los riñones. En este caso puntual, por ejemplo, se obtendrá el mismo efecto en el control de glucosa, pero con menos potasio.

Lo que se debe limitar

Una de las primeras recomendaciones médicas para cuidar la salud de los riñones y mantener el azúcar bajo control es disminuir el consumo de sodio. Consumir menos sal en la alimentación ayudará a reducir la presión arterial y la acumulación de líquido en el cuerpo, por ello la sugerencia es comer alimentos frescos y elaborados en casa.

Si hay enfermedad de los riñones, dependiendo de la etapa en la que se encuentre, es posible que se tengan que bajar los niveles de potasio, fósforo y proteína. El fósforo es un mineral que mantiene los huesos fuertes y otras partes del cuerpo sanas; sin embargo, si los riñones no pueden eliminar su exceso se pueden dañar los vasos sanguíneos, los ojos y el corazón.

El potasio también debe ingerirse en niveles adecuados para evitar problemas de corazón. Las naranjas, las papas, los tomates, el pan de grano entero y muchos otros alimentos contienen altos niveles en potasio. Las manzanas, las zanahorias y el pan blanco tienen menos.

Consumir más proteínas de lo necesario hace que los riñones trabajen más y puede empeorar su condición. Sin embargo, consumir muy pocas, tampoco es saludable, así es que médico el que debe determinar las cantidades indicadas.

¿Cómo saber si los riñones están enfermos por cuenta de la diabetes?

Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, la mayoría de las personas con enfermedad de los riñones causada por la diabetes no presenta síntomas. Por esta razón, la única manera de saber si tiene este padecimiento es haciendo pruebas de laboratorio.

Los especialistas recomiendan que las personas que padecen de diabetes tipo 2 o han tenido esta enfermedad de tipo 1 por más de cinco años, se realicen pruebas cada año para descartar problemas en estos órganos.