Con la llegada de los años, mantener el peso ideal se hace cada vez más difícil. Esto debido a que después de los 30 “cesa el crecimiento de tejidos, por lo que el gasto energético en reposo disminuye, entre 3-5 % menos por cada década”, de acuerdo con el portal del Instituto Tomás Sanz. En ese sentido, se conoce que al organismo le costará perder peso si se consumen las mismas calorías.

“Este descenso del gasto energético está relacionado con factores metabólicos y hormonales que son variables en función del sexo”, señala el mencionado sitio web.

Por ello, para mantenerse en el peso ideal, es importante tener en cuenta la contextura de cada persona y las guías realizadas por expertos para descubrir cuál es el peso promedio de cada persona con ciertas características.

Por ello, el portal especializado en salud Men’s Health reseña una lista de alimentos que se deben evitar para mantener el organismo sano y evitar el sobrepeso.

Alimentos que se deben evitar después de los 30 años:

1. Refrescos y gaseosas:

Los refrescos carbonatados y azucarados son una de las bebidas que más mal caen al organismo, no solo porque aumentan el peso, sino porque son potencialmente cancerígenos y dañinos para la salud.

2. Pasta

La pasta no se debe eliminar del todo de la dieta, pero los expertos aseguran que su consumo se debe limitar pues forma parte de los carbohidratos procesados y refinados, por lo que contiene niveles glucémicos muy altos. Pues aumenta el riesgo de diabetes y enfermedades coronarias.

3. Papas fritas

Si bien se trata de un alimento que puede ser rico al paladar, aporta grasas y sodio, no sacia y en muchas oportunidades se vuelve adictivo. Dado que estas papas no aportan fibra ni proteínas y tampoco vitaminas ni minerales, pero sí calorías, lo recomendable es eliminarlas de la dieta.

Los alimentos que contienen grasas saturadas representan un riesgo para la salud cardíaca.

4. Harinas refinadas

Las harinas refinadas son aquellas que provienen de fuentes naturales como el trigo, pero que han pasado por un proceso industrial para volverlas más finas. En este paso pierden buena parte de sus nutrientes y componentes. En algunas oportunidades son mezcladas con azúcar, asegura el porta Muy Salud, de España, publicación digital especializada en temas de salud y científicos.

5. Embutidos

Las salchichas, los chorizos, el salami, la morcilla y el jamón son algunos de los embutidos más famosos, pero también causantes de la aparición de enfermedades cardiovasculares, según un artículo publicado en la revista especializada BMC Medicine.

6. Bebidas alcohólicas

El alcohol es uno de los alimentos con más densidad energética, aumenta el apetito y no proporciona sensación de saciedad, lo que lleva a los consumidores a aumentar la ingesta de alimentos. Se caracteriza porque su aporte energético es pobre nutricionalmente.

7. Helados comerciales

La mayor parte de los helados comerciales son ricos en grasas y azúcares añadidos, combinación que los convierte en una preparación que no sacia sino que, por el contrario, puede incentivar a comer más. Lo ideal es consumir helados caseros sin azúcares añadidos.

8. Jugos de fruta o en caja

La fruta es buena, pero al consumirla en jugos pierde la fibra y se convierte en fructosa; mientras que los jugos de caja están llenos de saborizantes y jarabes que los hacen más dulces. Son una bebida poco recomendable para la salud y si el objetivo es adelgazar, con menor razón, según plantea una información de la cadena de gimnasios Bodytech.

9. Snack de bolsa

Otro de los alimentos que se debe evitar para adelgazar son los carbohidratos. Esto incluye galletas, arroz, cereal, barras de cereal azucaradas y pan, entre otros. El portal Mejor con Salud indica que estos productos contienen azúcares simples que provocan alteraciones de la glucosa en la sangre.