La sudoración corporal se puede dar por diversos factores, entre ellos el ejercicio, encontrarse en un ambiente caluroso, nervios, miedo, ansiedad o incluso la comida. No obstante, expertos en salud han relacionado también el sudor con algunos alimentos.
Por ello, es necesario mantener una alimentación balanceada. De hecho, la nutricionista Carolina Arias, citada en una publicación de La Vanguardia, señaló la importancia de consumir cereales integrales, leche baja en grasas, té verde, entre otras cosas.
“Lo mejor para evitar sudar en exceso es tener una alimentación balanceada y consumir suficiente agua, para tener un buen control de la temperatura corporal. Para reemplazarlos, lo mejor es mantener una dieta saludable y una hidratación constante para controlar la temperatura corporal. Comer cereales integrales, leche baja en grasas, almendras, té verde y una gran variedad de frutas y verduras es la clave para mantener al cuerpo equilibrado y sin ningún estímulo que active una sudoración innecesaria y excesiva”, aseveró la experta.
Los alimentos que generan sudoración:
Alcohol
De acuerdo con la experta, esta bebida debido a que su ingesta hace que la temperatura del cuerpo aumente, a su vez, hace que aumente el nivel de azúcar. Como respuesta a este incremento, el organismo activa el mecanismo de sudoración como herramienta para deshacerse de él a través del hígado, y además, el sudor y la orina.
Café
El café es una bebida que acelera el metabolismo al contener cafeína, en ese sentido, estimula las reacciones del cuerpo que excitan el sistema nervioso y activan el sudor.
Alimentos picantes
Los alimentos picantes elevan la temperatura del cuerpo, esta reacción activa las glándulas sudoríparas y provoca ese efecto de sudoración sin control. Esto se da debido a que los alimentos picantes tienen un componente llamado capsaicina, que según un estudio publicado en The Journal of Biological Chemistry aumentan la tasa metabólica y la temperatura durante un corto tiempo.
Alimentos hipercalóricos
Los alimentos ricos en grasa causan sudoración debido a que el cuerpo busca cualquier forma de eliminarla, por esta reacción el organismo requiere de más energía para digerirlo, en ese momento la temperatura del cuerpo aumenta e inicia la transpiración.
¿Sudor nocturno?
Los sudores nocturnos son más comunes de lo que se cree. Sin embargo, en ocasiones hay razones detrás de este síntoma. Por ejemplo, las mujeres que se encuentran atravesando la menopausia lo padecen debido a cambios hormonales presentes ante la llegada de su ciclo final reproductivo.
Debido a los cambios físicos que se presentan en esta etapa, algunas mujeres suelen pasar por intensos momentos de estrés que pueden llevarlas a la depresión, a presentar irritabilidad, incluso trastornos de ansiedad, que a su vez hacen que la sudoración se eleve más.
Salvador Álvarez Martín, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, del HC Marbella International Hospital aseguró que hasta un 34 % de adultos pueden presentar sudoración excesiva durante la noche. En la mayoría de casos no se trata de nada grave, debido a que “se puede observar hiperhidrosis (sudoración excesiva generalizada o localizada) diurna o nocturna en personas sanas”, así lo aclaró Tomás Chivato, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo (Madrid).
Chivato puntualizó que la sudoración es un mecanismo natural del cuerpo para regular su temperatura. Sin embargo, al no presentar una enfermedad que justifique el síntoma es posible que haya una patología detrás de la sudoración nocturna que generalmente va acompañada de otros síntomas.
Según Tomás Chivato, algunas patologías relacionadas con este síntomas son: enfermedades tumorales (cánceres hepáticos o renales, leucemias o linfomas), infecciones agudas (fiebre tifoidea o salmonelosis), infecciones crónicas (tuberculosis o paludismo), endocrinopatías (hipertiroidismo o diabetes), digestivas (reflujo gastroesofágico), respiratorias (apnea obstructiva del sueño).
La Clínica de Mayo agregó otras patologías que pueden estar relacionas con la sudoración nocturna: trastornos de ansiedad, trastornos autoinmunitarios, daño en los nervios autónomos, infecciones bacterianas, consumo de sustancias psicoactivas, consumo excesivo de alcohol, VIH/sida, infección ósea, abscesos o quistes. Cabe aclarar que aparte de la sudoración excesiva, se deben presentar otros síntomas adicionales como pérdida de peso, cansancio, dolores, pérdida de apetito, ya que la sudoración nocturna no sería un signo que pueda causar algún tipo de alarma.